miércoles, 9 de marzo de 2011

Sesión IV W.H.Rivers y Frazer. " W.H.Rivers: médico, psicólogo, etnólogo y antropólogo británico" por Leif Korsbaek ( texto en edición NO citar)

W. H. R. RIVERS: MÉDICO, PSICÓLOGO, ETNÓLOGO Y ANTROPÓLOGO
BRITÁNICO .

Leif Korsbaek.

William Halse Rivers Rivers - o, como se conoce por lo regular, W. H. R. Rivers, o simplemente Rivers – merece un lugar en la historia de la antropología, pues sus contribuciones, tanto en actos como en productos, llaman la atención.
Uno de los grandes historiadores de la disciplina antropológica en México, Angel Palerm, plantea en pocas palabras el lugar de Rivers en el desarrollo de esta disciplina, que insiste en llamar “etnología” en lugar de “antropología social” o “Antropología cultural”: “Tylor definió  el campo general de la etnología, o sea el estudio de la cultura; pero fue Rivers quien dirigió el interés de los etnólogos hacia el tema concreto de la organización social de los pueblos llamados primitivos” . Podemos partir de la opinión de Angel Palerm e intentar con la ayuda del material a nuestra disposición fijar la posición de W. H. R. Rivers en el desarrollo de la disciplina de la antropología, tanto desde dentro de la misma disciplina como hacia fuera, en su articulación con otras disciplinas, principalmente la psicología.
Pero el asunto es, como aparentemente todo en la vida de Rivers, más complicado. Una de sus contribuciones a la antropología fue la sistematización del trabajo de campo como elemento medular de la antropología, pero “si la antropología victoriana fue en gran medida un negocia dirigido desde el gabinete, entonces este evento definitivamente marca una orientación hacia el trabajo de campo en Inglaterra; pero si preguntamos, ¿cuál fue el impacto que hicieron sus participantes sobre los antropólogos profesionales y sus estudiantes hoy?, entonces la respuesta será probablemente: ninguno” .
Desde un punto de vista antropológico opina uno de los historiadores del gremio que “la carrera antropológica de Rivers fue un episodio en su carrera como psicólogo” , mientras que un psicólogo opina que, desde 1897, el año de su titulación como médico, “durante los siguientes 25 años hasta su muerte prematura en 1922, Rivers hizo contribuciones notables a la psicología, la neurología, la antropología y la psicoterapia; un siglo después se le recuerda mucho más como antropólogo que como psicólogo” .
Otra parte importante del legado de Rivers fue, ya que pertenecía por igual al gremio médico psiquiátrico y al gremio antropológico, la introducción de una orientación interdisciplinaria en la antropología (o en la psiquiatría, o enj ambas), pero “el postulado de Bartlett, de que la Expedición de Cambridge al Estrecho de Torres le imprimió un sello social y etnológica a la psicología en Cambridge no aguanta una inspección más detenida; Rivers persiguió sus intereses tanto en la antropología como en la psicología, pero terminó considerándolas como asuntos independientes” .
Al margen de sus quehaceres científicos, en por lo menos dos gremios con muy poca comunicación entre ellos, Rivers fue también una personalidad pública de un notable carisma, y entre sus amistades, admiradores y allegados encontramos toda una galería de la crema y nata social y cultural: George Bernard Shaw, Pat Barker, Siegfried Sassoon y Bertrand Russell, entre otros. Testimonio de esta vida social es un curioso fondo que se encuentra en la William Ready Division de la biblioteca de la Universidad McMaster en Toronto, Canadá y que contiene “cartas y tarjetas dirigidas a Rivers de C. L. Dodgson (1832-1898), matemático y autor mejor conocido como Lewis Carroll; Sir Francis Darwin (1848-1925), botánico e hijo de Charles Darwin; Sir James George Frazer (1854-1941), antropólogo social y autor de La Rama Dorada; Andrew Lang (1844-1912), académico, folklorista y autor; Bernard Shaw (1856-1946), dramaturgo; Arnold Bennett (1867-1931), novelista y dramaturgo; y Sir Charles Scout Sherrington (1857-1952), neurólogo y premio Nóbel” .
es un oscuro miembro del clan de padres fundadores de la antropología británica. Por un lado, pertenece cronológicamente a la generación a la cual se les ofreció la posibilidad de ser padres fundadores de una ciencia cuyos posteriores éxitos y fracasos no podían prever. Pero es también un oscuro miembro de este clan, no por falta de méritos sino por el simple hecho de que todo el mundo sabe de su existencia y de su influencia, y son pocas las informaciones que se nos ofrecen acerca de él, por lo que es un poco como Dios: todos hablan de el, pero nadie lo ha visto, y casi nadie conoce en detalles su currículum y sus contribuciones.

1 William Halse Rivers Rivers: Vida y milagros.
William Halse Rivers nació en Luton en 1864 en Kent, en el sur de Inglaterra, estudió medicina y se tituló como doctor médico en el Hospital de Saint Bartholomew en 1886, y pronto manifestó sus intereses por la psicología, un hecho que tiene su explicación: "el constante interés de Rivers por las dos disicplinas afines, psicología médica y antropología, no carecía de antecedentes. Su padre, el reverendo H. F. Rivers, había estudiado bajo la dirección de su cuñado, James Hunt, dueño de un instituto muy en boga (y muy rentable) de terapéutica del habla, fundado por su padre a principios del siglo. Cuando murió Hunt en 1869, H. F. Rivers se hizo cargo del instituto y publicó una edición revisada del libro de Hunt, Stammering and Stuttering. Their Nature end Treatment. Pero Hunt, además de ser un exponente práctico de la psicología experimental, había sido una figura destacada en los comienzos de la antropología británica. Había desempeñado el cargo de secretario honorario de la Ethnological Society de Londres de 1859 a 1862, y después fundó y financió una institución llamada Anthropological Society of London, que sobrevivió como entidad independiente hasta 1871" .
Después de titularse hace unos viajes como médico a bordo de barcos y en un viaje pasa un mes viajando de Inglaterra a las Indias Occidentales conversando con George Bernard Shaw “muchas horas cada día, el tiempo más memorable de mi vida” , y viaja ampliamente en Alemania, estudiando con los más avanzados psicólogos alemanes.
En 1891 empezó a trabajar bajo la dirección de Sherrington y mantenía su contacto con las nuevas teorías del gran mundo, sobre todo de Alemania, pues trabajaba con Henry Head que acababa de regresar de una estancia en aquel país donde había estudiado con Hering, y en 1892 Rivers pasó varios meses estudiando con destacados psicólogos en Alemania. De vuelta a Londres, enseñó psicología experimental en University Collage y en 1893 dictó conferencias en Cambridge sobre la fisiología de los órganos sensoriales, ofreciendo “uno de los primeros cursos prácticos sistemáticos en psicología experimental en el mundo, verdaderamente el primero en este país” .

A partir de 1897 enseñó en la Universidad de Cambridge, donde fue nombrado miembro del Saint John's College en 1902. y donde tenía contacto con A. C. Haddon, zoólogo que enseñaba psicología pero intersándose cada día más por asuntos de etnología. En 1898 preparó Haddon la Expedición de Cambridge al estrecho de Torres, para la cual reunió un equipo de seis investigadores. Para asuntos de psicología experimental invitó a Rivers que sin embargo rechazó la invitación, por lo que Haddon extendió la invitación a dos estudiantes, C. S. Myers y William McDougall, pero
“cuando Rivers descubrió que sus dos mejores estudiantes iban a ir, se preguntó si después de todo él podría ir también. Naturalmente yo me sentí encantado con esto, aunque confieso que pensé que el lado psicológico tenía exceso de peso. Puse la dirección de la parte psicológica totalmente en manos de Rivers y por primera vez se hicieron observaciones psicológicas de un pueblo primitivo en su propio país, por parte de psicólogos preparados con el equipo adecuado” .
La participación de Rivers en la Expedición al Estrecho de Torres, “que afectó significativamente la teoría y el método británicos posteriores” , fue su primera experiencia antropológica, no obstante que “la investigación psicológica de Rivers en el estrecho de Torres estaba principalmente relacionada con la visión de los isleños – agudeza visual, percepción del color y susceptibilidad a ilusiones geométricas. Su equipo transportaba un laboratorio psicológico portátil y sus resultados fueron contrastados con los obtenidos en los grupos control en el Reino Unido. Las conclusiones de Rivers aquí y las de subsiguientes trabajos de naturaleza similar realizados en Egipto y en la India, fueron que las capacidades psicológicas y fisiológicas básicas variaban poco de una cultura a otra” .

En todos los campos Rivers pertenecía a la vanguardia en su profesión, la psicología, y en 1910 fue una de las diez personas presentes en la reunión en la cual fue fundada la British Psychological Society

Y desde 1910 fue una de las personas que con más fervor defendía y recomendaba los principios del psicoanálisis, específicamente la versión promovida por Sigmund Freud.

En 1915 Rivers fue reclutado por el servicio psiquiátrico del ejército y empezó a trabajar en las neurosis relacionadas con la guerra. En este periodo trabajaba junto con C. S. Myers, Carl Seligman, Mc Dougall, sobre el concepto de “shell-schock”, un concepto forjado por ……, y es probablemente cierto que “este periodo no solamente marca una nueva fase en el trabajo de Rivers, sino que a su vez está caracterizado por un cambio observable en su personalidad y en sus escritos. Al entrar en el ejército e investigar las psiconeurosis estaba satisfaciendo las aspiraciones de su juventud. Bien a través de la realización de esos deseos durante tiempo desechados o reprimidos, bien por otras acusas – por ejemplo, ver cumplido su deseo de tener la oportunidad para realizar introspecciones más favorables en la vida mental de sus semejantes – se convirtió en otro hombre, mucho más alegre. La timidez dio paso a la confianza, la duda a la certeza, la reticencia a la franqueza, su estilo literario un poco complicado a uno destacable por su facilidad y atractivo. Pueden sumarse más de cuarenta publicaciones durante este periodo durante estos año, desde 1916 hasta la fecha de su muerte” .

Es evidente que desde 1898 y su participación en la expedición al Estrecho de Torres, los intereses de Rivers se dividían entre el mundo de la psicología y del de la antropología, y

Otro aspecto de la vida de Rivers es que en el transcurso de su doble desempeño en la psicología y la antropología se convirtió, como ya se mencionó, en un personaje público de mucho prestigio y gran influencia, por lo que, entre otras ocasiones, fue invitado a participar en la fundación de la British Psychological Society en 1910.

Inmediatamente antes de abandonar el campo de la antropología en 1914, manifestó su influencia en este gremio a través de su influencia en la formulación de la cuarta edición de Notes and Queries on Anthropology, cuyas primeras tres ediciones habían sido hechas bajo la batuta de Edward Burnett Tylor.

En 1922, en el momento de su inesperada muerte, había sido invitado a postular su candidatura para el partido laborista, otro testimonio de su peso como un personaje público.

Creo que en la antropología podemos buscar la actuación relevante de Rivers en tres campos sustanciales: en el campo de la historia conjetural, en el campo de la parentescología y en el campo de la antropología psicológica, pero tenemos también que considerar un campo más formal y práctico, pero menos sustancial: su influencia en la transformación de la antropología de gabinete en una antropología basada en trabajo de campo, su contribución al desarrollo de un canon de trabajo de campo.

2 W. H. R. Rivers, la evolución y la historia conjetural.
Como lo formula diplomáticamente Edmund Leach, Rivers tenía "inclinaciones evolucionistas", por lo menos hasta el año crucial de 1911. Su cambio de orientación, del evolucionismo al difusionismo ectremo, habrá empezado en 1908, después de la tercera expedición a Melanesia, pero 1911 es la fecha del documento de defunción del evolucionismo en el cual se unieron todas las fuerzas antievolucionistas en una reunión de la "British Association for the Advancement of Science".
Si contemplamos el primer periodo antropológico de Rivers, de 1898 a algún momento entre 1908 y 1911, entonces encontramos a un evolucionista bastante ortodoxo

Su segundo periodo antropológico fue mucho más corto, solamente de 1911 a 1914, y sin embargo fue su periodo más importante, en términos de producción y en términos de posición e influencia.
Rivers se metió en dos de los peores líos que se puede imaginar en el ambiente científico positivista en Inglaterra: se declaró como difusionista y como partidario de una historia conjetural (no es seguro cual de los dos pecados es peor).
El difusionismo británico tenía su fortaleza en la Universidad de Londres, inspirado en las ideas de Grafton Elliot Smith y William Perry

Las protestas fueron sonoras en la revolución antropológica en los años veinte: ”me parece que hay lugar para un nuevo tipo de teoría. La sucesión en el tiempo y la influencia de la etapa anterior sobre la posterior es el principal objetivo de los estudios evolucionistas, tal como los practica la escuela clásica de antropología inglesa (Tylor, Frazer, Westermarck, Sydney Hartland, Crawley). La escuela etnológica (Ratzel, Foy, Graebner, W. Schmidt, Rivers y Elliot Smith) estudia la influencia de las culturas por contacto, infiltración y transmisión. La influencia del medio ambiente sobre las instituciones culturales y la raza lo estudia la antropogeografía (Ratzel y otros). La influencia mútua de los distintos aspectos de una institución, el estudio del mecanismo social y psicológico en el que se basa una institución, constituyen un tipo de estudios teóricos que hasta ahora sólo se han practicado de forma ensayística, pero me arriesgo a predecir que tarde o temprano tendrán el reconocimiento que merecen. Este tipo de investigación abrirá el camino y proporcionará los materiales para las otras” , son casi las últimas palabras en la tesis doctoral de Malinowski de 1922, mientras que Radcliffe-Brown (archienemigo de Malinowski) está cordialmente de acuerdo con el: “yo creo que en este momento el conflicto verdaderamente importante en los estudios antropológicos no está entre los evolucionistas y los difusionaistas, ni entre las diversas escuelas de los difusionistas, sino entre la historia conjetural, por una parte, y el estudio funcional de la sociedad por otra” .

3 Rivers y el desarrollo del trabajo de campo.
Con Rivers nos encontramos al filo de la revolución que haría a un lado la antropología tradicional para dar lugar a una antropología moderna. Uno de los elementos cruciales en esta revolución fue la sustitución por un método de trabajo de campo que permitiría a la antropología concentrar en una sola persona los papeles de trabajador de campo y analista de gabinete, el viejo uso de los informantes de segunda mano – misioneros, oficiales de las colonias, administradores coloniales y todo tipo de viajeros y, un poco más adelante, científicos naturales en el campo – que les proporcionaron a los antropólogos de gabinete los datos empíricos que les permitieron elaborar sus grandiosos esquemas de evolución universal. Edward Burnett Tylor era antropólogo de gabinete y, sin embargo, de varias maneras es el instigador del trabajo de campo como una parte medular del quehacer antropológico. Tylor ya hizo una especie de trabajo de campo antes de volverse hacia la antropología (disciplina que el creó, todavía no existía) en una visita a Cuba y México en 1856, y “es una fuerte tentación ver Anahuac  como el primer paso de Tylor hacia una antropología operacional del campo en vez de la ortodoxia especulativa evolucionista que se desarrolla en el gabinete, el primer paso hacia una conferencia que impartió muchos años más tarde en una reunión de la Royal Anthropological Institute of Great Britain and Ireland, en noviembre de 1888, y en la cual presentó en una forma más acabada la teoría evolucionista y el método comparativo” .
La segunda temprana contribución de Tylor a la creación de una tradición y una normatividad de trabajo de campo como parte de la antropología fue el papel que jugó en la formación de la publicación Notes and Querries, cuyas tres primeras ediciones fueron responsabilidad suya, dentro del marco de la British Asociation for the Advancemente of Science. Y,
“mientras que la mayor parte de las declaraciones tempranas de la antropología evolucionista (McLennan, 1865; Tylor, 1871) fueron basadas esencialmente en este tipo de información, es también cierto que los antropólogos evolucionistas estaban seriamente preocupados por la necesidad de mejorar la cantidad y la calidad de sus datos empíricos. Su primer acercamiento a este problema había sido la preparación de los Notes and Queries con el fin de promover entre los viajeros una observación antropológica precisa, y permitir a los que no son ellos mismos antropólogos que proporcionen la información requerida par el estudio de la antropología en el gabinete” .
Haddon prepara la expedición a Torres Strait en 1898
Así que tenemos una expedición antropológica, dirigida por un médico con especialidad en psiquiatría – Alfred Cort Haddon -, con tres investigadores que son también médicos con especializados en psiquiatría – Rivers, McDougall y Seligman – y un lingüista – Rya, especialista en lenguas melanesias – y el contingente antropológico es un pasante: …………………………….

No obstante que “había todavía cierta distancia entre el Estrecho de Torres y el trabajo de campo en el sentido clásico en la antropología” , la expedición al Estrecho de Torres representa un notable avance en el método y la técnica de trabajo de campo, hasta el grado de que fue Haddon quien, en el contexto de las preparativas a esta expedición, forjó la expresión trabajo de campo: “     ”. Ya que la mencionada expedición al Estrecho de Torres fue el primer encuentro de Rivers con el mundo antropológico y la alteridad, una pregunta relevante es, ¿cuál fue la contribución de Rivers al desarrollo inicial del método y las técnicas que destacan el trabajo de campo?, - sobre todo teniendo en mente que Haddon describió a Rivers como “el trabajador de campo de la sociología primitiva más grande que jamás haya existido” . En la búsqueda de esta información, no hay que olvidar que “llegando a la etnología desde la psicología experimental – una de las áreas de mayor explicitez metodológica en las ciencias humanas – Rivers trajo consigo un alto grado de conciencia acerca de problemas de método”  .




El impacto de Rivers sobre los planteamientos del trabajo de campo se siente con máxima fuerza en dos actos 1912 y en 1913. El primer acto fue la redacción de la cuarta edición de Notes and Queries on Anthropology, una reedición cuya necesidad había sido planteada dentro de la British Association for the Advancement of Science ya en 1907, un año después de la publicación de Los toda (Rivers, 1906). Estamos todavía en los tiempos de la antropología tradicional y prerrevolucionaria, en la incubación de la antropología moderna posrevolucionaria: tanto Radcliffe-Brown como Malinowski ya habían llevado a cabo su trabajo de campo en sus respectivas islas, el primero en las Islas Andamanesas entre 1904 y 1906, el segundo ya estaba en el campo, esperando arrancar su estancia en las Islas Trobriandesas, pero ninguno de los dos habí visto su tesis aprobada todavía, faltaban unos diez años. El ambiente estaba todavía dominado por el pensamiento evolucionista, pero “”. En consecuencia, “”. Finalmente salió una propuesta de un trabajo de campo intensivo y concreto.
De Tylor heredó Rivers la publicación de Notes and Queries, una de las herramientas más importantes para la formación de un método y una normatividad en el trabajo de campo y, mientras que las tres primeras ediciones de Notes and Queries habían expresado el pensamiento de Tylor al respecto, en la cuarta edición de Notes and Queries las ideas de Rivers fueron las dominantes en su elaboración. El cambio fue dramático y según el arqueólogo Myres, la nueva edición representaba una revelación que constituía una nueva norma para el trabajo en el campo . Dos de las piezas centrales en la cuarta edición de 1912 fueron un ensayo de Rivers de “presentación general del método”, y un elemento importante en el volumen fue un ensayo del antropólogo lingüístico norteamericano J. P. Harrington con el título de “apuntes acerca del aprendizaje de una nueva lengua”, pues “la lengua es nuestra única clave para una comprensión correcta y completa de la vida y el pensamiento de un pueblo”
El criterio lingüístico vendría a distinguir el “sondeo” de la “investigación intensiva”

Esta distinción lingüística, que viene a reflejar un dramático cambio de orientación teórica, se refleja en las dificultades que encontraron los autores de la cuarta edición de Notes and Queries on Anthropology en lo referente al concepto de religión, pues el estudio antropológico de la religión había sido dominado por las ideas de Tylor y Frazer, ideas que estaban estrechamente ligadas a una antropología cultural

Pero en la cuarta edición de Notes and Queries on Anthropology se planteó de una manera radicalmente diferente

Podemos con relativa claridad observar un proceso histórico, que tiene su inicio un poco antes de la expedición al Estrecho de Torres y cuyos iniciadores fueron Tylor, Haddon y Rivers, en el cual primero son orillados los misioneros en beneficio de científicos naturales y luego se promueve una coincidencia de la persona del trabajador de campo con el analista de gabinete, que lleva a que al inicio de la Primera Guerra Mundial ya se podía decir que “el trabajo de campo era ya para la antropología lo que la sangre de los mártires era a la Iglesia Católica” . En la última etapa de este proceso de incubación del trabajo de campo, de los alumnos que fueron mandados al campo por los dos más importantes herederos de Rivers en la cuestión de trabajo de campo, Edward Westermarck y Charles Seligman (el primero en London School of Economics, el segundo en Cambridge), Radcliffe-Brown (todavía no con guión en su apellido) fue el primero, Bronislaw Malinowski el último. Así que entre los años de 1880 y la Primera Guerra Mundial se realiza el proceso que empieza con la tradición de recolección de datos etnográficos en el campo, primero por parte de misioneros y luego de naturalistas, y temina con el cánon del moderno trabajo de campo, encarnado en las estancia en el campo de Radcliffe-Brown y Malinowski.

4 La parentescología de W. H. R. Rivers.
Es inmediatamente evidente que en la antropología moderna hay dos influencias decisivas, una dualidad que se siente también en la parentescología británica: "aunque esta preocupación hizo incurrir a Rivers en muchos excesos de álgebra de parentesco, por medio de la cual dedujo condiciones sociológicas que nunca existieron, resultó ser un paso decisivo en el desarrollo de la orientación estructuralista de la antropología social inglesa contemporánea (que deriva de Rivers a través de Radcliffe-Brown) contrapuesta a la orientación cultural que dominaba la obra de Tylor, Frazer y Malinowski" . Así que, si no podemos decir que el inicio de la parentescología en la antropología británica se deba a la iniciativa de Rivers, entonces por lo menos podemos decir que una de las orientaciones más importantes se debe a el, pues el intentó sistematizar esta parte de la investigación de la antropología.
Es sabido que los profetas raras veces son escuchados en su propia tierra, y en ningún contexto se confirma eso con mayor fuerza que en la parentescología antropológica.
El interlocutor más elocuente de Rivers en asuntos de parentescología era Alfred Louis Kroeber que compartía los intereses de Rivers al respecto, más no sus opiniones: "ambos se interesaron por la terminología del parentesco y la organización social, ambos tenían extensa experiencia de trabajo de campo, pero con enfoques opuestos. Rivers era evolucionista con una inclinación hacia lo sociológico, mientras que Kroeber ostentaba un visión psicológica (o mental) de la cultura, no obstante su entrenamiento antiteórico bajo Boas" . Los dos contrincantes, Rivers y Kroeber (siendo el primero un destacado psicólogo médico, y el segundo en un periodo de su vida un psicoanalista practicante ), llegaron a caracterizar dos enfoques parentescológicos muy diversos, caracterizando así por un lado una parentescología dentro de la antropología cultural norteamericana, la de Kroeber, y por otro lado una parentescología que formaba parte de la antropología social británica.
Siguiendo la lógica de Abner Cohen podemos tildar la parentescología de Kroeber antropología simbólica y la parentesología de Rivers antropología política .
Para Kroeber, en el estudio de los sistemas de parentesco, “se pueden sacar las siguientes conclusiones: 1. La distinción generalmente aceptada entre sistemas descriptivos y clasificatorios de términos de relaciones no se puede sustentar; 2. Los sistemas de terminos de relaciones pueden ser propiamente comparados mediante un estudio de las categorías de relaciones que contienen y del grado al cual dan expresión a estas categorías; 3. La diferencia fundamental entre los sistemas de términos de relaciones de los europeos y de los indígenas americanos es que aquellos expresan un número más pequeño de categorías de relaciones que éstos, y las expresan más completamente; y 4. Los términos de relaciones reflejan la psicología y no la sociología. Son determinados principalmente por la lengua y se pueden utilizar para hacer inferencias sociológicas solamente con la máxima precaución” , colocando toda la problemática dentro del dominio de la psicología ; llama la atención que el artículo de Kroeber es una cruzada anti-evolucionista, dirigida frontalmente contra la posición de Lewis Henry Morgan.
Llama también la atención una curiosa paradoja que realmente nos proporciona la necesaria provocación y algunas pistas para ampliar nuestra búsqueda: mientras que el artículo de Alfred Kroeber, que manifiesta en la forma más militante la posición norteamericana en la parentescología que más tarde se cristalizará en la antropología cultural, cognoscitiva y de cultura y personalidad, es publicado en 1909 en la revista antropológica más británica, la Journal of the Royal Anthropological Institute, el artículo de Rivers, la formulación más clara anticulturalista y sociológica de la parentescología en clave británica, es publicado en 1910 en la poderosa e influyente revista de sociología en los Estados Unidos, la Sociological Review. Así que mientras que la posición del Océano Atlántico, como separador de la antropología cultural norteamericana de la antropología social británica, es muy clara, el desarrollo histórica de esta separación es mucho menos claro.
A diferencia de la posición de Kroeber, para Rivers
En lo que se refiere al parentesco tenemos en la antropología una complicación particular: ha sido muy difícil llegar a forjar una definición de lo que es el parentesco que todos los antropólogos puedan aceptar, parcialmente debido exactamente a la dualidad de enfoques que se mencionó hace un rato.
Edmund Leach sostuvo que “el parentesco en sí no existe, solamente existe en cuanto lenguaje en el cual se pueden discutir derechos y tenencia de la tierra”
Rodney Needham opinaba que “no existe tal cosa como el parentesco, y en consecuencia no puede existir una cosa como la teoría del parentesco”
David Schneider
Hildred y Clifford Geertz insistieron en separar el aspecto cultural del aspecto sociológico del parentesco y que el parentesco funcionaba como un idioma”

5 W. H. R. Rivers: psicología y antropología en la tradición británica.
Mientras que la presencia de todas las variedades de las ciencias de la mente - la psicología, la psiquiatría, el psicoanálisis, etc. - en la antropología cultural norteamericana es constante y conspícua, su presencia en la antropología social británica es mucho más esporádica y menos notable. La mayor parte de la atención se ha dirigido hacia las incursiones de Malinowski, antiguo alumno de Wilhelm Wundt, en terrenos con arenas psicológicas. Escribe uno de los principales historiadores de la antropología social británica que “llegué pronto al convencimiento de que la psicología era tabú para la antropología social. Aproximadamente entre 1940 y 1970 se fortificó en Gran Bretaña un funcionalismo estructural decididamente antipsicológica, y la corriente opuesta más importante, la etnografía histórico-humanística de Evans-Pritchard, era igualmente anti-psicológica” .
 Sin embargo, si buscamos bien encontramos una sólida influencia tanto de la psicología como de la psiquiatría y del psicoanálisis en la antropología británica, principalmente en los años fomativos de esta disciplina, alrededor del inico del siglo XX. Hasta tal grado que, “si empezamos con los inicios de la antropología académica en Gran Bretaña durante el cambio de siglo, parece bastante ridículo preguntarse acerca del lugar de la psicología en la antropología. La antropología se desarrolló dentro de la psicología. La primera hornada de antropólogos sociales británicos eran todos psicólogos”  . Así que están presentes las ciencias de la mente de una manera que podemos hablar de una confluencia más que de una influencia: hasta cierto grado se puede ver la etnología y la antropología de aquellos años como una búsqueda de datos empíricos, a través del trabajo de campo, en un espíritu de enfoque comparativo, cuyo fin sería comprobar o refutar planteamientos psicológicos.
Hay también otra paradoja que no ha sido muy comentada en las historias de la antropología como disciplina: mientras que todos los antropólogos de la primera generación, los “padres fundadores” evolucionistas de una disciplina que en aquel entonces todavía no existía, todos eran abogados – Maine, McLennan, Bachofen, Morgan, Tylor, Marx, etc. – y no sabemos con exactitud de qué manera su formación profesional haya influenciado la menra de plantear las preguntas fundamentales de la disciplina, en el caso británico una buena parte de los antropólogos de la segunda generación (la generación que forman el puente entre una antropología tradicional evolucionista, diacrónica y especulativa y la siguiente antropología moderna sincrónica y “concreta”) eran médicos con especialidad e interés en psicología, psiquiatría y psicoanálisis – Haddon, Rivers, Seligman, MacDougall, Myers, principalmente – y de qué manera se han borrado las huellas de su interés psicológico para dejar el camino abierto a una antropología antipsicológica.
En esta situación de confluencia, W. H. R. Rivers no es el único científico cuya situación y formación promueve la íntima relación entre las dos (o varias) disciplinas, pero es con mucho el más importante y el que más atrae la atención en los intentos posteriores a 1968 por escribir la historia de la antropología.
Podemos empezar nuestra búsqueda en 1898, el año de la gran expedición de la Universidad de Cambridge al Estrecho de Torres, en la cual participó Rivers como responsable de todas las actividades relacionadas con la psicología experimental
En su monografía sobre los toda en la India: “es muy difícil estimar la inteligencia general y comparar con precisión la inteligencia de individuos diferentes, todavía más la de pueblos de diferentes razas. Sólo puedo registrar mi impresión, tras varios meses de estrecho trato con los toda, que son simplemente atn inteligentes como alguien hubiera encontrado a un tipo medio entre europeos educados”.
En una publicación póstuma escribe Rivers que “resumiendo mi propia experiencia – y creo que esto podrá confirmarlo cualquiera que haya utilizado los métodos de la moderna etnología – puedo decir que tanto en concentración intelectual como en muchos otros procesos psicológicos, he podido detectar que no existen diferencias esenciales entre los melanesios y los toda y aquellos con quienes estoy acostumbrado a mezclarme en la vida de nuestra propia sociedad”
Vemos que las investigaciones psicológicas de Rivers tienden a confirmar lo que era el consenso entre los antropólogos: la unidad psíquica de la humanidad. Lo había establecido Bastian en Alemania, su alumno
Y Franz Boas lo había exportado a Los Estados Unidos, integrándolo en la antropología cultural norteamericana que era casi exclusivamente su creación.

6 Conclusión: El lugar de Rivers en la antropología social británica.
El año 1922 fue un parteaguas en la antropología británica, reflejándose eso por lo emnos en tres eventos. Primero, en 1922 se publicó la tesis doctoral de Bronislaw Malinowski, “The Argonauts of the Western Pacific” y, segundo, el mismo año se publicó también la tesis doctoral de A. R. Radcliffe-Brown, “The Andaman Islanders”, ambas investigaciones antropológicas de sociedades isleñas y basadas en una teoría y un método sincrónico, antievolucionista y antidifusionista, inaugurando la “revolución en la antropología” . Y tercero, el mismo año 1922 murió inesperadamente W. H. R. Rivers, el más importante baluarte de la antropología tradicional que la revolución en la antropología había hecho a un lado. Así que, al ojo pelado la situación es muy sencilla en 1922: el representante más importante de la antropología tradicional se muere al mismo tiempo que sus dos principales enemigos, Malinowski y Radcliffe-Brown, son públicamente aceptados. No hay vuelta de hoja.
Sin embargo, el mismo historiador que señala que “Rivers provoca numerosas polémicas entre sus defensores cada vez menos numerosos y los representantes de la nueva escuela británica, Radcliffe-Brown y sobre todo Malinowski. Aureolado en vida de un gran prestigio en el Reino Unido, apenas fue seguido en los Estados Unidos. En la actualidad es citado principalmente como el inventor del método genealógico. Su monografía sobre los toda mantiene su valor etnográfico, pero sus escritos sobre el parentesco y sus análisis delos sistemas sociales melanesios han perdido toda credibilidad”, termina su resumen de la vida y de la antropología de Rivers señalando que “históricamente hablando, Rivers sigue siendo sin embargo el fundador de la antropología británica” , lo que parece indicar que el asunto no es tan secillo como aparece, y debe ser legítimo preguntar, partiendo de la situación en 1922 ¿cuál ha sido la importancia de Rivers para el desarrollo de una antropología social británica?
No obstante que las actividades antropológicas de Rivers se intercalaron entre 1898, el año de la Expedición al Estrecho de Torres, y 1914, cuando se despidió de la antropología para dedicarse a la psiquiatría aplicada en el campo de la Primera Guerra Mundial, después de haber terminado su “Historia de la sociedad en Melanesia” y su defensa del mismo, “Kinship and Social Organization”, y que solamente entre 1908 y 1914 se dedicaba a la antropología sin trabajar en su psicología, su impacto en su segunda especialidad, la antropología, fue notable, y  “durante aproximadamente la década antes de su muerte fue el antropólogo más influyente británico” .
Rivers tuvo una influencia muy palpable sobre estos dos antropólogos, que sin discusión alguna en la siguiente generación forjaría el perfil de la antropología británica: Radcliffe-Brown había sido su alumno y Malinowski utilizaba como guia en el campo en las Islas Trobriandesas la edición de “Notes and Queries on Anthropology” de 1912, edición a la cual Rivers había contribuido de manera determinante.
"Por un lado, la secuencia de sus entusiasmos conceptuales - el análisis de la organización social, el análisis etnológico de la difusión cultural, y las implicaciones de la psicología patológica - representaron tres posibles líneas de desarrollo hacia una salida de la crisis de la tardía antropología evolucionista" , así que podemos considerar los años de 1911 y 1922 como fechas fundacionales en la vida de la antropología británica: en 1911 anunció Rivers su conversión del evolucionismo a algo diferente, diplomáticamente lo podemos llamar anti-evolucionista, y en 1922 muere, dejando libre y sin ocupante el trono de la antropología británica, al mismo tiempo, ofreciendo un tríptico de posibles líneas de desarrollo de la disciplina que abandona con su muerte: la parentescología, la historia conjetural y la antropología psicológica.
Hoy podemos decir, con la ventaja de la retrovisión, que solamente la parentescología se desarrollaría plenamente dentro de la antropología social británica, mientras que las dos otras promesas, la de una antropología histórica (conjetural o no) y la de una antropología psicológica, en el momento de su muerte en 1922 ya están firmemente en proceso de desarrollo, pero en la antropología de los Estados Unidos, y ambas como continuaciones de la tradición opuesta: la continuación de los fundamentos de Franz Boas en el historicismo de Alfred Kroeber y la continuación de la antropología psicológica de Franz Boas que encontramos en la escuela de cultura y personalidad.


Referencias:
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