miércoles, 9 de marzo de 2011

Sesión XI: Max Gluckman y la antropología del derecho /MAX GLUCKMAN: INNOVADOR Y TRADICIONALISTA EN LA ANTROPOLOGÍA BRITÁNICA. Leif Korsbaek .

MAX GLUCKMAN: INNOVADOR Y TRADICIONALISTA EN LA
ANTROPOLOGÍA BRITÁNICA.
Leif Korsbaek .

1. Introducción.
Max Gluckman nació en 1911 en Africa del Sur, pero forma parte de la antropología social británica, y es un antropólogo de primera importancia - tan sólo su papel como fundador de la Escuela de Manchester atestigua su relevancia en el mundo antropológico. Sin embargo, no obstante el lugar central que ocupa en el paisaje antropológico, apenas es conocido fuera de los círculos más especializados en México, y solamente una pequeña parte de sus publicaciones existen en traducciones al español . Es la intención con este artículo presentar a Max Gluckman y a su obra antropológica, y así contribuir modestamente a una tarea apremiante: promover la antropología de Max Gluckman en el mundo hispanohablante.
Hay más destino en la antropología social como disciplina que por ejemplo en la contaduría pública, en el sentido de que el carácter y la orientación teórica de la producción de un antropólogo se encuentran estrechamente relacionados con su vida, por lo que el siguiente apartado contiene una somera relación de la vida y la carrera de Max Gluckman, con los necesarios detalles acerca de su obra y sus colaboradores. Es inevitable ver la posición teórica de Max Gluckman en relación con su aprendizaje con los dos padres fundadores de la moderna antropología social británica, Bronislaw Malinowski y Radcliffe-Brown, y las protestas contra sus profesores, y la obra y la posición de estos padres fundadores sirven como telón de fondo para presentar la vida y los milagros de Max Gluckman.
Max Gluckman es antes que nada conocido como antropólogo político, y su contribución ha sido importante para el desarrollo de esta disciplina, desde su supuesto nacimiento en 1940, con la publicación de African Political Systems, hasta donde se encuentra hoy. En el tercer apartado se presentan y discuten sus trabajos que pertenecen a este ramo, en términos generales sobre el trasfondo de la antropología política estructural-funcionalista que Radcliffe-Brown creó en Africa con sus propios alumnos y con los de Malinowski.
Pero Max Gluckman es un antropólogo notablemente redondo y virtualmente no hay campo antropológico en el cual no haya incursionado, con la posible excepción de la antropología económica que nunca le entusiasmó. En seguida se presentan sus contribuciones a tres otros campos: al estudio de la ley y del ritual, y al desarrollo del concepto de sociedad plural.
En el campo de la antropología de la ley se postula que Max Gluckman es el fundador de una escuela anglo-sajona en esta especialidad, no obstante que antes que él otros antropólogos habían hecho incursiones en este campo. La antropología jurídica que construye Max Gluckman tiene una relevancia directa para la situación en México, después de la modificación del Artículo Cuarto Constitucional, un hecho que se refleja en la antropología jurídica formulada por Esteban Krotz que en muchos aspectos tiene una fuerte influencia de Max Gluckman y de la Escuela de Manchester .
El análisis del ritual y de la brujería que hace Max Gluckman tiene la virtud de limitar el contenido exótico de estos fenómenos que fácilmente se prestan a una interpretación algo turística. En su análisis se acercan los fenómenos religiosos y mágicos a las condiciones de vida de lo spueblos estudiados, mostrando por ejemplo que la brujería mantiene en las ciudades su importancia, pero cambia ocasionalmente su función. La posición de Max Gluckman al respecto tiene cierta semejanza con la de Pedro Carrasco en el estudio del sistema de cargos, cuidando no confundir los cambios que sufre esta institución en su forma, su estructura y su función, pues no siempre coinciden el ritmo y la dirección del cambio de estos aspectos. Es importante señalar que el análisis de Max Gluckman del ritual y de la brujería es el punto de partida de posteriores desarrollos en la antropología de Victor W. Turner, ex-alumno de Max Gluckman e integrante de la Escuela de Manchester.
Una sólida introducción a la obra de Max Gluckman sería en sí plenamente justificada, pero no es el único objetivo del artículo. Su principal objetivo es presentar a Max Gluckman en el contexto de la antropología del Estado de México, partiendo de la convicción de que los elementos que desarrolla Max Gluckman en su antropoología, y en particular en la Escuela de Manchester que él funda, son en gran medida elementos que se requieren para llevar a cabo un análisis antropológico en esta entidad. A través del artículo se intenta compaginar las posiciones de la antropología de Max Gluckman con las necesidades de una antropología que en una ocasión ha sido manifestada a nivel de propuesta teórica , en otra ocasión a nivel de informe etnográfico comunitario  y finalmente en otras ocasiones a nivel de sondeo etnográfico regional , y comprobar que la antropología desarrollada por Max Gluckman, y también por sus seguidores dentro de la Escuela de Manchester, satisface un gran número de las necesidades que presenta la antropología en un país como México, y en particular para un análisis antropológico de sus regiones industrializadas .
El elemento más importante en esta antropología es tal véz el desarrollo del concepto de sociedad plural, un concepto que Max Gluckman desarrolló con el objetivo de comprender la situación de los negros en Africa del Sur, originarios de aldeas en la selva y en la sabana pero sobreviviendo económicamente gracias a un sueldo como obreros en las minas en el contexto del Africa del Sur moderna, capitalista y (hasta recientemente) racista. Hay un paralelismo conspicuo entre la formulación del concepto de sociedad plural y el país y las condiciones sociales y culturales que se reflejan en el Artículo Cuarto Constitucional en su forma actual.
En la conclusión se articula el punto de partida de Max Gluckman, la teoría estructural-funcionalista, con su paulatino distanciamiento de este  punto de partida, y con el producto final, su muy propia antropología que se distancia mucho de la ortodoxia estructural-funcionalista.

2. Max Gluckman: Vida y milagros.
Max Gluckman nació en Johannesburg en Africa del Sur en 1911, pocos años después de la Guerra Boer, pero sus padres eran inmigrantes judíos rusos.
Sus primeros estudios de antropología fueron en la Universidad de Witwatersrand con Winifred Hoernle, de cuya clase aparentemente salieron buenos alumnos: Ellen Hellman, Hilda Beemer Kuper, Eileen Jensen Kriege y Max Gluckman. Sabemos poco de Winifred Hoernlé, solamente que en algún momento llegó a criticar a Franz Boas, a lo que respondió Alfred Kroeber en una curiosa defensa de su profesor, defensa que más bien se convirtió en una crítica a Boas: "En una reciente alocución presidencial trata la Sra. Hoernlé ampliamente y de una manera interesante la vieja cuestión de las leyes y la historia en la antropología , fundamentándose aparentemente en una comprensión parcial de ciertas corrientes en el pensamiento antropológico de los últimos años", prosiguiendo que "es indudable que elementos personales juegan algún papel; de hecho, es probablemente la ignorancia de algunos de ellos que ha llevado a la Sra. Hoernlé a equivocarse en su apreciación de la posición general de Boas" . Winifred Hoernlé era seguidora de Radcliffe-Brown, y es muy cierto que la distancia que separa el relativismo cultural de Boas y Kroeber de la antropología social británica es grande, si no inmensa. Pero, como se verá, la distancia entre Radcliffe-Brown y Max Gluckman es tambiébn apreciable, así que es notable que el libro de Max Gluckman "Custom and Conflict in Africa" es didicado a Winifred Hoernlé cuando cumplió 70 años, y se señala que "mi primer profesora de antropología, la señora A. W. Hoernle, sembró la idea clave de mi argumento en mi mente en Johannesburg en 1931, cuando intentamos entender las ceremonias que las mujeres zulú ejecutaron en honor de su diosa Nomkubulwana" .
En algún momento Max Gluckman tomó clases con Isaac Schapera en la misma universidad. Ya que Isaac Schapera era especialista en el estudio de la ley indígena, podemos sospechar que de allí proviene el interés de Gluckman por combinar la antropología con la jurisprudencia y los sistemas de derecho. Pero ya antes se había acercado al estudio del derecho y, cuando decidió seguir estudiando antropología, "pensaba que encajaría bien con su interés por las leyes" . Más adelante en su carrera se hizo más prominente el interés por el derecho y las leyes y no es irrazonable considerar a Max Gluckman uno de los fundadores de la antropología jurídica, por lo menos en su manifestación en los estudios africanos.
A lo mejor es cierto lo que Gluckman comenta en otra ocasión, que "durante muchos años  los más importanters antropólogos en Inglaterra habían venido del continente o de las colonias, de regiones donde el cambio o la renovación de la sociedad enfoca la atención hacia los elementos que crean una sociedad. Aún la mayor parte de los antropólogos nacidos en Inglaterra tenían, hasta hace poco tiempo, alguna relación con el extranjero, o eran escoceses, galeses, irlandeses o judíos. Tal vez la sociedad inglesa ha sido demasiado homogénea y estable - me atrevería tal vez a decir demasiado acomodada y autocomplacente - para que sus miembros pudieran convertirse en pensadores empíricos de la vida social" . Acerca de los alumnos de Africa del Sur en particular opina Adam Kuper (que es también de Africa del Sur, por cierto) que "como grupo, estos estudiantes también vieron su entrega a la antropología en parte en términos políticos. En la época en que sus contemporáneos residentes en Inglaterra tendían a alejar sus ojos de las realidades del poder y la privación en las sociedades coloniales, ellos nunca olvidaron el contexto de los sistemas que investigaban", y es cierto que, hablando de la contribución de Max Gluckman a  African Political Systems, "esta era la única pieza de análisis político realista, que se ocupaba del contexto de la dominación racial, que podía encontrarse en todo African Political Systems" .
Max Gluckman fue a Oxford en 1934 con una beca de Rhodes y estudió bajo R. R. Marrett, de quien sería el último alumno que se convirtiera en antropólogo profesional , pero participó también en el seminario de Malinowski en London School of Economics, y en Oxford se recibió como Doctor en Antropología (Ph. D.) en 1936, con una tesis acerca de "el dominio de lo supernatural entre los bantúes del sureste" . Eso fue antes de ir al campo, una de estas tesis que los ingleses llaman "estudio bibliográfico".
Inmediatamente después de titularse partió hacia Africa del Sur para llevar a cabo dos años de trabajo de campo entre los zulu allá, un trabajo de campo que se cristalizaría en sus primeras publicaciones importantes: "The Kingdom of the Zulu of South Africa", en  African Political Systems  y "Analysis of a Social Situation in Modern Zululand" . Al final de su trabajo de campo debe de haber regresado a Inglaterra, pues participa en la única noticia alegre que conozco de Radcliffe-Brown: "durante el año académico de 1938-1939 Radcliffe-Brown dirigió un seminario cada viernes en una cantina local, donde Max Gluckman y Brenda Seligman se unieron a los tres (Radcliffe-Brown, Meyer Fortes y Evans-Pritchard)" .
Después de una breve estancia en Inglaterra inicia una nueva etapa en su vida profesional, ya que en 1939 se unió con Godfrey Wilson en el Rhodes-Livingstone Institute como investigador y luego, desde 1942, como director del Instituto.
De los investigadores relacionados con el Instituto, de las líneas de investigación y de las publicaciones podemos formarnos una idea acerca de su carácter general. Aparte de Max Gluckman, los mejor conocidos de los investigadores afiliados al Rhodes-Livingstone Institute eran J. Clyde Mitchell, Ian Cunnison, A. L. y T. S. Epstein, Elizabeth Colson, J. A. Barnes, J. van Velsen, Victor W. Turner, Max Marwick. Las líneas de investigación del Rhodes-Livingstone Institute fueron, por supuesto, dictadas más o menos por las necesidades de la parte de Africa donde se encontraba el Instituto: el centro y el sur de Africa. Victor W. Turner se dedicaba principalmente al estudio del ritual, contribuyendo con variedad de innovaciones en este ramo, para después cambiar su interés hacia lo político, donde en 1966 participó en la publicación de la nueva biblia del procesualismo: "Political Anthropology" editada por Marc Swartz, Victor W. Turner & Arthur Tuden en 1966.
Una parte de las investigaciones se dedicaban al ambiente urbano, como las de los Epstein y de Clyde Mitchell, pero se relacionaban estrechamente con los estudios de la migración y el bracerismo negro debido a la cercanía del Copperbelt, la región minera que estudiaba J. van Velsen, pero a través de estas diferentes líneas de investigación corría una corriente general que se cristalizaba en el modelo teórico, la sociedad plural, y el modelo metodológico, el método del caso extendido (extended case method) que implica un coqueteo con el individualismo metodológico, una visión dinámica de los fenómenos sociales, con énfasis en el proceso más que en la estructura, y partiendo del conflicto como el foco de la investigación. Igual que la historia de las mentalidades posteriormente, el enfoque del Instituto se centraba en el problema y ya no se producían monografías tan épicas como antes.
Para Max Gluckman sus años en el Rhodes-Livingstone Institute fueron años llenos de actividades y creatividad, más de lo que se desprende de su bibliografía ya que la mayoría de los trabajos preparados en el Instituto sólo serían publicados después de su regreso a Inglaterra. Max Gluckman dejó el Rhodes-Livingsone Institute en 1947 para ocupar un puesto de docencia en Oxford, donde se había formado como antropólogo pero donde se quedaría solamente unos años, pues renunció en 1949 para hacerse cargo de la creación de un Departamento de Antropología Social en la Universidad de Manchester, departamento que sería la Escuela de Manchester, pero todo el tiempo mantuvo contacto con el Rhodes-Livingsone Institute, dirigido primero por Elizabeth Colson y luego por Clyde Mitchell.
En una especie de status a medio camino señala Max Gluckman, en la introducción a nueve ensayos escritos por colaboradores de la Escuela de Manchester y del Rhodes-Livingstone Institute, que "dos principales hebras corren a través de los ensayos aquí presentados, representando a dos tipos de técnicas distintos y aparentemente muy diferentes. Uno, que es enfatizado en los capítulos de Colson, Mitchell, Barnes, Scarlett Epstein y Marwick, es el intento constante por cuantificar las variables hasta donde sea posible, para luego aplicar cálculos estadísticos a esas cuantidades. El segundo, que es el foco de los capítulos de van Velsen y A. L. Epstein, es el interés por el análisis detallado de las situaciones sociales y casos extendidos" .
La Escuela de Manchester ha sido descrita por una antropóloga de Africa del Sur, a través de su breve estancia allá: "aquellos meses en Manchester eran sumamente estimulantes. La técnica del seminario de Gluckman era muy diferente de la de Malinowski. Si uno estuviera intentando formular un argumento, Gluckman ayudaría a desarrollarlo; si vislumbrara algo de valor en el argumento, lo presentaría de una manera que sonara bien. Consturyó su equipo, y era un equipo con una mascota: el equipo de futbol de Manchester United. Cada semana Gluckman recogería a los miembros del departamento en su carro grande para que presenciaran el partido de futbol y echarle porras a su equipo. Si uno no participara sería una tacha. El día después del terrible accidente aéreo en el cual muchos de los jugadores del Manchester United perdieron la vida hubo un ritual de luto en el salón de clase, y todos permanecieron de pié mientras que Max hizo un discurso. No había duda de que eso fue un ritual y no una ceremonia - eramos un clan muy unido. Gluckman construyó una escuela. Era una escuela muy diferente de los seminarios de Malinowski, donde siempre había fricción y corría sangre. Victor Turner, Arnold Epstein, William Watson, Ronald Frankenberg no eran personalidades fáciles, pero de alguna manera lograron trabajar muy bien juntos" . Una opinión póshuma, un poco más matizada, señala que "Max Gluckman adquirió la reputación de maestro carismático, sólo que autoritario y poco abierto a la participación, aunque podía cambiar de opinión si no lo presionaban" .
Pero no solamente era un departamento simpático, era también efectivo, lo que se desprende de los seguidores de Max Gluckman y sus trabajos. De "The Craft of Social Anthropology" , podemos aproximadamente reconstruir la nómina del equipo, y al mismo tiempo checar sus credenciales: Max Gluckman escribe en su introducción que "los autores son antropólogos que han tenido la oportunidad de cooperar estrechamente o como investigadores del Rhodes-Livingstone Institute o en el Departamento de Antropología Social de la Universidad de Manchester". No obstante que Max Gluckman escribe que "los temas aquí tratados en nueve ensayos son solamente unos pocos de los muchos que merecen atención" , la selección es realmente representativa y los autores escriben acerca de sus especialidades que al mismo tiempo representan las líneas de investigación y las orientaciones teóricas y metodológicas del Instituto y del Departamento (que hasta cierto punto son la misma cosa). En la primera parte, "Orientaciones y técnicas", escribe Elizabeth Colson acerca de "el estudio intensivo de pequeñas comunidades de muestra", mientras que Clyde Mitchell escribe acerca de "la cuantificación en la antropología social", J. A. Barnes acerca de "la frecuencia de divorcio" y J. van Velsen acerca de "el método de caso extendido y el análisis situacional". En la segunda parte, "Problemas seleccionados: Datos y métodos", escribe T. S. Epstein acerca de "los datos económicos en el análisis antropológico", Victor W. Turner acerca de "aspectos del ritual y el shamanismo saora: un enfoque hacia el tratamiento de los datos del ritual", A. L. Epstein acerca de "el método de caso extendido y el campo de la ley" y Max Marwick acerca de "el estudio de la brujería". Finalmente, la tercera parte contiene una serie de apéndices con información acerca de las actividades de las dos instituciones y sus miembros: la tarjeta de censo del Rhodes-Livingstone Institute, dos bibliografías y las biografías de los autores. En términos generales el libro da una impresión muy precisa de las actividades y orientaciones de Max Gluckman y sus seguidores en un momento dado, el año de 1967.
Y era un departamente radical: "Muchos en la antropología británica de entonces consideraban a los antropólogos de Manchester como marginales a la corriente principal y los miembros del grupo de Manchester/Rhodes-Livingstone Institute se evaluaron a sí mismos de esa manera. Eran izquierdistas y opuestos a las tendencias conservadoras en la antropología. En la Africa Central se convirtieron en agudos críticos del gobierno colonial ("Colonial Rule") y fueron criticados en la prensa. Gluckman fue rechazado permiso para entrar en la región (y en otras áreas de las colonias, tales como la Nueva Guinea, controlada por Australia). Otros del grupo de Manchester fueron también bloqueados en sus actividades de investigación. Muchos del grupo de Manchester/RLI participaron directamente en actividades radicales en Inglaterra y en otras partes (aunque Gluckman era más discreto y calmado en cuestiones de tales afiliaciones, un hecho que lo expuso a críticas amistosas de parte de sus colegas y estudiantes). El Grupo de Manchester/RLI en los cincuenta y los tempranos años de los sesenta llevaron sus actitudes políticas radicales a su práctica antropológica: eso era un rasgo distintivo de la Escuela de Manchester. Eran precursores en perspectivas que solamente serían aceptadas de manera general mucho más tarde, en los años setenta y ochenta. Los eventos de 1968 en París constituyeron un importante parteaguas, tanto en la antropología como en otras disciplinas" .

3. Max Gluckman y la antropología política.
El equilibrio funcionalista fue roto, primero por Evans-Pritchard y luego por Edmund Leach y Max Gluckman, y en esta ruptura hubo un fuerte énfasis en lo político: "si hubiera que resumir en una frase el mensaje que ambos propagaron, sería en ésta: que la dinámica central de los sistemas sociales la proporciona la actividad política, los hombres que compiten entre sí por engrandecer sus medios y sus status dentro del marcop creado por reglas frecuentemente conflictivas y ambiguas", señala Adam Kuper acerca de los últimos dos "francotiradores" .
Es cierto que Max Gluckman debe su fama a sus obras de la antropología política, y es significativo, por ejemplo, que lo encontramos incluido como botón de muestra en un libro con el lacónico título de "Antropología política" .  Se estrena como antropólogo político en su artículo acerca del reino de los zulúes en African Political Systems y, teniendo en mente que es el único antropólogo que logra hacer todo el movimiento desde el supuesto nacimiento de la antropología política como disciplina en 1940 hasta la formulación del contramovimiento del procesualismo hacia fines de los años 1960, podemos ver su contribución a la antropología política en su tratamiento de los puntos críticos en African Political Systems, pues es mi postulado que Max Gluckman logra forjar todos los puntos medulares en la transición del funcionalismo al procesualismo en la antropología política .
Contra la tradición vigente en la antropología social británica Max Gluckman introduce enfáticamente la dimensión histórica, y ya en su artículo en African Political Systems describe dos situaciones históricas muy distintas, en la primera de las cuales "a pesar de la aparente autocracia del rey y los jefes, el reinado del Estado residía en el pueblo. de cualquier modo, aunque un gobernante puede ser destronado, el sistema no es afectado. En la administración actual, las lealtades del pueblo y la competencia de los oficiales no estaban  frecuentemente en conflicto, ya que el mecanismo administrativo trabajaba a través de diferentes tipos de grupos: la oposición principal provenía entre los grupos similares, que cooperaban como parte de un grupo mayor", En la segunda situación "la moderna organización política de Zululandia consiste en la oposición entre los grupos de color representados por determinadas autoridades. La oposición entre los dos grupos no está bien equilibrada, pues en último término está dominada por la fuerza superior del gobierno. La amenaza de esta fuerza es necesaria para hacer que el sistema funcione, puesto que los valores e intereses zulúes son tan contrarios a los de los europeos que los zulúes no reconocen una fuerte relación moral entre ellos y el gobierno, tal como la que existía y existe entre ellos y su rey y jefes. Generalmente consideran al gobierno como algo exterior que los explota sin tener en cuenta sus intereses" .
Es cierto que el principal abogado de la dimensión histórica en la antropología social británica fue Evans-Pritchard, quien había escandalizado el ambiente antropológico británico al declarar que "la antropología es una disciplina histórica". Sin embargo, en primer lugar es relevante que Max Gluckman se adelanta con díez años, introduciendo ya en 1940 la dimensión histórica en su articulo en African Political Systems, mientras que la misma dimensión histórica está conspicuamente ausente en el artículo de Evans-Pritchard en el mismo volumen . En segundo lugar, mientras que Evans-Pritchard se autonombró, de la manera más malinowskiana, el promotor de una antropología histórica británica , pero realmente no incluía mucha historia en sus trabajos antropológicos, y separaba su trabajo antropológico de su trabajo histórico , Max Gluckman hacía mucho menos ruido como misionero histórico, pero su trabajo antropológico estaba imbuído de historia de una manera mucho más orgánica. El ejemplo más preclaro es su temprano artículo acerca de los zulu que realmente se puede leer como un trabajo de historia. En la falta de atención programática a la dimensión histórica en African Political Systems vemos ya la quiebra de una joven ciencia en pañales, la antropología política estructural-funcionalista: no obstante el silencio matador que encierra la dimensión histórica en la obra, algunas de las contribuciones empíricas muestran un acentuado interés por la historia, y es tal véz sintomático que los capítulos que más ostentan una atención a la dimensión histórica son los capítulos que, dentro de la tipología de la propia obra, tratan sistemas políticos con un estado. La dimensión histórica está programáticamente ausente en African Political Systems, pero al mismo tiempo manifiestamente se encuentra dispersa por las varias contribuciones a la misma.
Un campo donde vemos claramente la dimensión histórica en la obra de Max Gluckman es en su cambio de énfasis en el estudio del cambio social: cambia el énfasis de los cambios circulares a los cambios irreversibles, estableciendo una distinción entre los dos tipos de cambio. Como varias otras ideas de Gluckman, la idea de una distinción entre los cambios cíclicos y los irreversibles ya había sido formulada por Evans-Pritchard, también en oposición a la posición de Radcliffe-Brown, en su artículo acerca del reino shilluk: "debe insistirse en que las rebeliones de los shilluk no iban dirigidas contra la monarquía; por el contrario, se producían para preservar los valores incorporados a ella que se estaban debilitando, o así al menos se pensaba, a causa del individuo que ejercía el cargo de rey. No eran revoluciones, sino rebeliones contra el rey en nombre de la monarquía" .
Una segunda diferencia con African Political Systems es que la visión de lo político de éste se limita a abarcar a la ideología oficial, sin posibilidades de tratar los fenómenos multiformes de movimientos de protesta e informales; señala un antropólogo político que "desde Durkheim es un lugar común señalar que tanto nuestra sociedad como algunas otras toleran, o incluso dependen para la continuidad de su existencia, de algunas instituciones que sin llegar a ser consideradas ilegales tienen un cierto carácter sub rosa; instituciones tales como los caciques de partido y las camarillas políticas, elementos sin duda extra-constitucionales, no son menos necesarias a la estructura social norteamericana", a lo que agrega que "también es evidente que hay fenómenos externos similares en los acontecimientos cíclicos que constituyen el proceso de las instituciones sociales; la caza periódica de brujas en los Estados Unidos es un ejemplo eminente" .
Hay mucha verdad en lo que plantea un historiador argentino: "en cualquier sociedad, ya se trate de una aldea de la Polinesia o de una sociedad evolucionada, hay ciertas ideas de las que, por una especie de consenso tácito, no se admite la posibilidad que sean sometidas a juicio; junto a ellas hay algunas menos arraigadas, y otras que finalmente son ocasionales; son ideas de una época, de un tiempo, de un período, y que conjuntamente conforman una red muy complicada; si hicieramos un análisis espectral de nuestro sistema de ideas descubriríamos que en las élites intelectuales hay un conjunto de ideas sistemáticas, aprendidas académicamente, examinables hasta sus últimas consecuencias, que constituyen el sustento intelectual de estas élites pero que no provocan adhesión o rechazo; al lado de ellas hay un vasto caudal de dieas vividas, asumidas, operantes, que son para el historiador un tema apasionante y, además, inexcusable" , en síntesis, "el campo de las mentalidades no es el del pensamiento sistemático sino el de ese caudal de ideas que en cada ca,po constituye el patrimonio común y del cual aquél es como la espuma, en relación no siempre coherente; la mentalidad es algo así como el motor de las actitudes" . Todo este campo de lo político (sub rosa) le escapa al enfoque estructural-funcionalista de la antropología política, de igual manera que la figura omnipresente del cacique en una versión mexicano de la antropología política forjada sobre este modelo.
Mientras que Radcliffe-Brown habíe desterrado el concepto de cultura, en el trabajo de Max Gluckman encontramos una visión de la vida política que solamente se deja domesticar haciendo uso del concepto de cultura , pues Max Gluckman dedica una buena parte de su atención a la problemática de la legitimidad, una problemática que es difícilmente manejable con las herramientas metodológicas de Radcliffe-Brown y su escuela. Así que en su artículo de los zulú utiliza la palabra legítimo (y derivaciones) un total de ... veces.
La falta de capacidad para tratar la problemática de la legitimación. A través de todo el cuerpo de African Political Systems se nota un uso indiscriminado de los conceptos de poder y autoridad, un uso que ya se nota en el prólogo de Radcliffe-Brown: "Una persona que haya cometido una ofensa, se conozca o no su identidad, puede ser oficialmente maldicha por los ancianos o por personas que poseen la autoridad y el poder para actuar así" (p. 4).
Los autores de African Political Systems no logran explotar las perspectivas que se esconden en la distinción que hace Max Weber entre el poder y la autoridad: "la autoridad es el poder legitimado" .
Las implicaciones de la imposibilidad de siquiera plantear el problema de la legitimidad son múltiples y de peso. Es imposible tratar la "ciencia política de Thomas Hobbes"  sin partir de su filosofía política  y de su ética , y de manera similar se puede preguntar si de veras es posible llevar a cabo un análisis científico de African Political Systems  sin abrir la posibilidad de un estudio de su "filosofía política", filosofía que se derivaría inevitablemente del estudio de la ética de las culturas africanas.
De entrada, Radcliffe-Brown declara ya en su prólogo a la obra que "En el estudio de las sociedades sencillas los antropólogos encuentran que los conceptos y las teorías de los filósofos políticos y los economistas son inútiles o insuficientes. Estas teorías han sido elaboradas con miras a un limitado número de tipos de sociedades. En su lugar el antropólogo tiene que elaborar para su propio uso teorías y conceptos que serán universalmente aplicables a todas las sociedades humanas y llevar a cabo la obervación y comparación. guiados por éstos" . Esta posición crea, junta con la contundente declaración al efecto de que "el concepto de cultura no es solamente supérfluo, sino directamente nocivo", limitaciones que tienen que ver con la tarea del antropólogo de "elaborar para su propio uso teorías y conceptos que serán universalmente aplicables a todas las sociedades humanas y llevar a cabo la obervación y comparación. guiados por éstos".
La misma falta de atención a la cultura hace problemático la comprensión de la situación y actuación individuales. Es bien conocido que Radcliffe-Brown no comparte el interés de por ejemplo Peter Winch por "la acción social", estudio de la traducción de la racionalidad individual e instrumental al reino de la actuación, interés derivado, según el mismo Winch, de la "sociología comprensiva" de Max Weber .
Pero teniendo en mente que el interés de Radcliffe-Brown y su escuela estriba en los sistemas y las estructuras, es también evidente que las decisiones no se toman por los sistemas y las estructuras, sino por los individuos que "habitan" los mismos, lo que se desprende con toda claridad de la necesidad de introducir el concepto de "grupos corporativos", concepto que por cierto también proviene de la sociología comprensiva de Max Weber .
Una vez más encontramos una pista en la obra de Evans-Pritchard de los azande, pista que ha sido explorado desde posiciones popperianas . Evans-Pritchard, que era alumno de Radcliffe-Brown más no seguidor de él, intentó formular lo que podemos llamar una "epistemología émica", y se podría plantear la necesidad de formular de la misma manera una "ética émica" (valga la torpeza de la expresión) y una "teoría política émica", así como también una "filosofía política émica".
Pocock tira piedras estructuralistas (inspiradas en Louis Dumont) a Max Gluckman, lo acusa de vulgarizar la sabiduría de Evans-Pritchard y confundir (igual que Radcliffe-Brown) dos niveles de oposición: oposiciones conceptuales y oposiciones reales. Lo curioso es que Evans-Pritchard cambió dramáticamente de posición después de la guerra.
La falta de atención a la sociedad mayor, en particular al estado. Una de las notables deficiencias de African Political Systems es su falta de atención adecuada a la cuestión de la relación de las comunidades estudiadas y la sociedad mayor, en particular en lo que se refiere al estado. Como es su costumbre Marvin Harris se porta como un tiburón que huele sangre funcionalista y antimaterialista y podemos partir de sus acusaciones, agregándoles un granito de sal.
Agarrando el comentario de que "sería incorrecto suponer que las instituciones de gobierno se encuentran en las sociedades con mayores densidades; a juzgar por nuestro material, la opuesta parece ser igualmente probable" , se lanza Marvin Harris, señalando que "la distorción que por obra de la perspectiva sincrónica se introduce en African Political Systems amenaza con hacer añicos todas nuestras ideas sobre la formación del estado; olvidándose aparentemente, o tal vez no interesándose por el hecho de que en todos los demás continentes se ha establecido por encima de toda duda una estrecha correspondencia entre sistemas estatales y altas densidades de población" . En lo que se refiere a los tale de Meyer Fortes opina Marvin Harris que "la insistencia de Fortes en la naturaleza acéfala de la sociedad tallensi sólo se explica porque él no toma en consideración el hecho de que ese pueblo fue derrotado y dispersado por los ingleses hacia el cambio de siglo, y probablemente perdió en el proceso buena parte de su organización; la sociedad que Fortes describe podría compararse a una comunidad moderna arbitrariamente divorciada de su nación-estado" , mientras que .en el caso de los ngwato la densidad poblacional podría bien haber sido mucho más alta en el siglo XIX que por lo regular se estima, mientras que en el caso de los bemba "la paradoja de una baja densidad de población con aparato estatal es una ilusión que aquí se debe a que ...no se toma en cuenta el impacto del indirect rule", y "la paradoja nuer de una política acéfala combinada con una alta densidad también resulta ilusoria, ya que al revisar y elevar las densidades zulú y ngwato del siglo XIX, la densidad nuer de 7 habitantes por milla cuadrada deja de ser elevada", y "los logoli, cuya población alcanza los 391 habitantes por milla cuadrada, y que se pretende que no tienen sistema estatal, tenían probablemente en el siglo XIX una densidad más próxima a los 70" . Finalmente critica Marvin Harris el análisis de los zulú que hace Max Gluckman en African Political Systems:
Es muy cierto que el apartado que cierra el capítulo de S. F. Nadel lleva por título exactamente "la evolución del estado kede". Sin embargo, Nadel dedica su atención a discutir elementos de la teoría del estado que podemos tachar de secundarios. Toma distancia de la teoría que postula la conquista como la única fuente del estado: "nuestro estudio del estado kede y de su historia no sustenta ni refuta la teoria del origen del estado que es aceptada hoy en día por muchos investigadores sociales, que postula que toda organización estatal tiene su origen en una invasión orginal y la eventual conquista de un grupo étnico por otro ".
Nuestros datos muestran la dominación política de un grupo étnico por otro como un factor de gran importancia, y también revelaron la existencia de conflictos y de conquista - aunque no a una escala tan importante como se postula en esta teoría del estado; pero no nos demuestran la existencia de una original invasión a gran escala, más allá de lo que tenemos que relegar a una era mítica de eventos inverificables. De hecho, nuestros datos también se pueden invocar como evidencia de un proceso de "diversificación interna"  y el paulatino desarrollo de supremacia política de uno de los diferentes grupos étnicos.
Nuestros datos relativos a la expansión de los Kede en tiempos recientes, por otro lado tienden a confirmar otra teoría sociológica que versa sobre los orígenes sociales - es decir, la teoría que nunca ve la migración y la colonización como un resultado de la sobrepoblación . Sino más bien como una expresión del "espíritu de aventura" y de "iniciativa empresarial" que es ausente en los países que tienen sobrepoblación. ¿Podemos aceptar esta descripción del desarrollo de la sociedad Kede como la última palabra? ¿es el ascenso de una sección tribal a una posición política dominante explicado satisfactoriamente con esta referencia a características psicológocas?.
Nuestro análisis de la organización política de Kede ha enfatizado un aspecto un poco diferente: ha esbozado el sistema polìtico y su dependencia de factores económicos y, articulados a ellos, las condiciones de su medio ambiente. El impetu para la colonización y expansión, como hemos visto, ya se encuentra, de modo implicito, inherente en la manera de un pueblo de ganarse la vida.
NB: Todo lo anterior es cita del apartado final de Nadel.
R. F. Stevenson  ha insistido en revisar las cifras de densidad demográfica de todas las sociedades discutidas en African Polítical Systems, con el resultado de que

Eso nos lleva a la contribución más trascendental de Max Gluckman a la antropología política: la introducción del conflicto como un problema a estudiar en el marco de la antropología política, y la elaboración inicial de las necesarias herramientas metodológicas para su estudio. Mientras que el modelo teórico de Radcliffe-Brown era un modelo de consenso que presuponía la perfecta integración de los diferentes elementos de la sociedad (o, más bien, del sistema social), un nuevo elemento que está conspícuamente presente en la antropología política de Max Gluckman es la posibilidad de que este equilibrio es perturbado y que surje un conflicto. El conflicto como objeto de estudio en la antropología política es tan íntimamente relacionado con la orientación teórica y metodológica de Max Gluckman que en una diccionario de etnología y antropología recientemente editado encontramos bajo la entrada de "conflicto" solamente un texto lacónico de un símbolo y una palabra: "? Gluckman"; siguiendo la flecha leemos que "Gluckman, siguiendo a Schapera, introduce en la antropología política africanista preocupaciones que no dejan de recordar a las que caracterizaron, en Francia, los trabajos de G. Balandier y P. Mercier; títulos de obras como Custom and Conflict in Africa (1956) u Order and Rebellion in Tribal Africa (1963) expresan claramente lo que Gluckman cree percibir en al Africa tribal de posguerra: líneas de fractura internas, divergencias de intereses y de posturas, inversiones de jerarquías; Gluckman utiliza la noción de conflicto para explicar hechos que, lejos de amenazar la unidad del cuerpo social, ilustran más bien la capacidad integradora del sistema que lo organiza; un conflicto y su forma de resolución pueden ser objeto de una puesta en escena ritual que, al mismo tiempo, libera la expresión de una rebelión contra el orden social y la reabsorbe, como muestra Gluckman en su Frazer Lecture de 1954 (retomada en 1963, Rituals of Rebellion in Southeast Africa, a partir especialmente de un ejemplo tomado de los swazi)" .
Una visión muy similar de la vida política que ha sido formulado por el antropólogo holandés H. J. M. Claessen que define la política así: "se ocupa del ejercicio del poder y de la autoridad o de la influencia sobre el poder y la autoridad cuando el interés común ocupa un lugar central", y visualiza el poder distribuido sobre un continuum que va desde la coerción, pasa por la amenaza, la manipulación y la influencia, para terminar en el extremo opuesto: la autoridad , es decir que se mueve a través del continuum formulado por la filosofía política popular argentina: desde la dictadura hasta la dictasuave.
En otro contexto elabora y modifica su idea de oposición y conflicto: los grupos sociales "tienen una tendencia inherente a segmentarse y luego volverse a unir mediante alianzas cruzadas. Los conflictos dentro de un conjunto de relaciones son absorbidos y corregidos en las relaciones contrapuestas" . Esta idea de las alianzas cruzadas, que es la idea fundamental en la antropología política y que es elaborada por ejemplo en las primera páginas de "Custom and Conflict in Africa"  bajo el título llamativo de "la paz en la riña", es realmente una elaboración de la idea genial de Evans-Pritchard formulada en "Los nuer" de 1940.
Acerca de la oposición: Radcliffe-Brown ya había formulado su teoría del principio de la oposición, y Evans-Pritchard también, en sus nuer, y todavía más en su "Divine Kingship of the Shilluk" de 1948, donde escribió que "las rebeliones shilluk no se han hecho contra la monarquía, por el contrario, se hicieron para preservar los valores incorporados en la realeza que se estaban debilitando, o así se creía, por obra del individuo que ocupaba el cargo; no fueron revoluciones, sino rebeliones contra el rey en nombre de la monarquía" (Evans-Pritchard: ""). El descubrimiento de Evans-Pritchard entre la rebelión y la revolución, que será retomada por Max Gluckman con mayor fuerza. La rebelión en mexicano: "quítate pa' que me ponga yo".
Inspiraciones de esta teoría, donde el equilibrio es producto de los conflictos encontramos en la obra del sociólogo alemán Georg Simmel (1858-1917), a quien Gluckman dice que no conocía, y también de Max Weber que entonces todavía no era conocido en el mundo anglo-sajón (su trabajo fue traducido al inglés por Talcott Parsons alrededor de la Segunda Guerra Mundial, ya había sido traducido al español en México). Chispazos de la teoría de Freud a quien Gluckman sí conocía, y de la teoría de Gregory Bateson del cismagénesis .
Partiendo de la demanda de Raymund Firth, tantas veces repetida, de que en la antropología se necesita una teoría dinámica en lugar de la petrificada teoría estructural-funcionalista, podemos decir que la antropología política que Max Gluckman empieza a perfilar en su contribución a African Political Systems en 1940 llega muy lejos hacia el inicio de una antropología política dinámica: una antropología política procesualista.
No es una casualidad que los fundamentos del procesualismo serán formulados en 1966, en una publicación dominada por tres ex-alumnos y seguidores de Max Gluckman: Marc J. Swartz, Victor W. Turner y Arthur Tuden, donde la antropología política se define así: "el adjetivo político, como lo hemos definido hasta ahora, se aplicará a cualquier cosa que sea al mismo tiempo pública, orientada hacia una meta y que involucra un diferencial de poder (en el sentido de control) entre los individuos del grupo en cuestión", donde la larga introducción tiene un fuerte olor a Gluckman y donde las cuatro partes llevan por título: "las dimensiones del conflicto en la acción política", "la autoridad y los códigos de autoridad", "la política y el ritual" y "los campos políticos y sus fronteras" .

4. Max Gluckman, la ley y la antropología.
En la antropología de Max Gluckman el estudio de las leyes ocupa un lugar importante, no obstante que esta parte de sus intereses es discreta y poco llamativa, lo que tal vez se debe al hecho de que la antropología jurídica no era ningún best-seller en el mundo antropológico británico. Y sin embargo podemos considerar a Max Gluckman el fundador de la tradición moderna anglo-sajona (o por lo menos británica) de antropología jurídica, a pesar de que no es el primer antropólogo que incursiona en el campo jurídico.
En efecto, llama la atención el hecho de que la antropología como disciplina científica fue fundada por abogados, pues prácticamente toda la primera generación de los evolucionistas ortodoxos eran abogados: Maine, McLennan, Morgan y Marx, más el círculo de abogados alemanes alrededor de la revista "Zeitschrift für Vergleichende Rechtswissenschaft": entre otros, Bachofen, Post, Bernhöft, Köhler . Es claro que la falta de información del campo, junto con el etnocentrismo que tenía en el ambiente de abogados de la segunda mitad del siglo XIX un generoso caldo de cultivo, lleva a los evolucionistas a construir un mundo deber-ser pseudo-antropológico, pero que yo sepa nunca se ha discutido a fondo ¿cuál es la consecuencia de que todas las preguntas fundamentales de la antropología como disciplina científica fueron formuladas inicialmente por abogados?
Malinowski publicó en 1926 un libro de su cosecha trobriandesa, acerca de la costumbre y el crimen, que es realmente un pequeño tratado teórico de antropología jurídica , una disciplina que nunca llegó a prosperar en la antropología británica en sus tiempos. En su libro Malinowski nos guia hacia las deficiencias de los trabajos de los evolucionistas: su falta de material empírico que los lleva a especulaciones sin fundamentos. Por un lado, "el salvaje está muy lejos de ser la criatura libre y despreocupada que nos pinta la imaginación de Rousseau; por el contrario, se halla cercado por las costumbres de su pueblo, encadenado por tradiciones inmemoriales, no sólo en sus relaciones sociales, sino también en su religión, su medicina, su industria, su arte: en pocas palabras, en cada aspecto de su vida", y por otro lado, "en un pueblo como el melanesio hay un sentimiento de grupo tan fuerte que hace innecesaria cualquier organización social concreta para el ejercicio de la autoridad, exactamente del mismo modo que hace posible el funcionamiento armonioso de la propiedad colectiva y asegura el carácter pacífico de un sistema comunitario de relaciones sexuales" . Malinowski concluye, en base a esta crítica y apoyándose en su rico acervo de material empírico que "el hecho es que no hay sociedad que pueda trabajar de un modo eficiente sin que sus leyes sean obedecidas diligentemente y epontáneamente", y "no sería difícil multiplicar los ejemplos y demostrar que el dogma de la sumisión automática a las costumbres de la tribu domina toda la investigación del derecho primitivo" .
La orientación de Malinowski era positivista, lo que se refleja entre otras cosas en su insistencia en el carácter de ciencia natural de la antropología social , y sin embargo su contribución al estudio antropológico de la ley es significativa, pero vale la pena señalar la santa confusión en la que incurre en su búsqueda de leyes científicas acerca de las leyes sociales, donde llega a confundir por lo menos cuatro diferentes tipos de leyes .
Otros antecesores más cercanos a Max Gluckman hay también, y el caso de Isaac Schapera es particularmente relevante, pues se recuerda que había sido profesor de Max Gluckman ya en Africa del Sur, y podemos suponer que su interés por la ley se debe a la influencia de éste. En 1938 había publicado un manual de la legislación tswana  y en 1957 escribió una crítica del libro de Malinowski .
En la misma publicación en la cual Max Gluckman se estrenó como antropólogo político, African Political Systems, participó también Isaac Schapera con un artículo acerca de "la organización política de los ngwato del protectorado de Bechuanaland" que, sin embargo, es más una descripción del sistema legal de los mencionados ngwato, con el transfondo político de su sistema jurídico. No es difícil señalar una profunda diferencia entre el enfoque de Isaac Schapera y Max Gluckman: mientras que Isaac Schapera escribe desde el punto de vista de la administración colonial, Max Gluckman se encuentra a medio camino entre un estudio netamente objetivo y una posición a favor de las víctimas de la administración colonial: los negros .
Pero Max Gluckman no necesitaba motivaciones exteriores para acercarse a la jurisprudencia. Escribe en un trozo autobiográfico: "yo vengo de una familia de abogados, y a través de mi infancia oía constantemente a mi padre y sus colegas discutir sus casos en la mesa de la familia. Después tuve la intención de afiliarme a la barra de abogados en Africa del Sur, y aparte de estudiar derecho en la universidad trabajé en el despacho de mi padre en Johannesburg y lo ayudaba en la corte. Así que cuando un deseo por lo exótico me extravió hacia la antropología y empecé a estudiar la vida social en Africa del Sur esperaba poder hacer alguna contribución a la problemática de la ley africana" .
Si queremos buscar los puntos que destacan la antropología jurídica de Max Gluckman, podemos iniciar obsrvando que Max Gluckman subraya la similitud entre la ley occidental y la más exótica ley indígena, en vez de enfatizar las diferencias: "no obstante que el ambiente de esta ley puede ser exótico, sus problemas eran los mismos que son comunes en todos los sistemas de jurisprudencia" .
En su "Analysis of a Social Situation in Modern Zululand", originalmente escrito en 1940 y publicado por primera vez en 1949, se toca el sistema jurídico pero el énfasis se encuentra en el aspecto metodológico que desemboca en la formulación del concepto de la sociedad plural,
En  "Custom and Conflict in Africa" de 1956 llega Max Gluckman a tratar el sistema de leyes en cuanto elemento de la estructura social, partiendo del trabajo de Evans-Pritchard acerca de los nuer , y
En sus tempranas publicaciones no encontramos mucha antropología jurídica, pero "The Judicial Process among the Barotse of Northern Rhodesia" de 1955 es un tratado del sistema jurídico de los barotse, muy en la vena de Isaac Schapera, y en "The Ideas in Barotse Jurisprudence" de 1965 llega a tratar el mismo material desde otra perspectiva: que un sistema jurídico es al mismo tiempo un sistema moral y un sistema epistemológico, es decir una cosmovisión.
En "Order and Rebellion in Tribal Africa" de 1963, que es probablemente su trabajo mejor conocido retoma (en un artículo que es originalmente de 1955) un planteamiento del siglo pasado que me parece medular y para el cual el fundador del moderno derecho laboral en alemán, Sinzheimer, nos proporciona una pista para establecer una línea cultural de estudio de los sistemas de leyes: "la organización de un sistema jurídico se fundamenta en la concepción básica que tal sistema tiene del ser humano. La correspondiente imagen del ser humano es el secreto regulador de cada sistema de derecho" , una posición que es netamente antropológica, si se quiere se puede hablar aquí de una antropología del derecho, en el sentido más amplio de esta expresión. Max Gluckman relata así su encuentra con este personaje promedio: "todavía recuerdo vivamente como estaba un día sentado en mi silla escuchando a un juicio en un juzgado barotse cuando reconocí a un viejo amigo. Se encuentra inscrito con grandes mayúsculas en la pa´gina en blanco opuesta a la descrición del proceso y de la inquisición en mi libreta: ¡hola, el hombre razonable!" .
En  "Política, ley y ritual en la sociedad tribal" (originalmente de 1965), que es una introducción global a la antropología, subraya Max Gluckman la escasez de estudios de sistemas indígenas de legislación: mientras que abundan los estudios de la composición de los grupos (organización y estructura social), son muy pocos los estudios de la toma de decisiones y de resolución de conflictos; en el caso de Africa las únicas excepciones son de Isaac Schapera ("Tzwana Law", etc.) y de Gluckman himself (la legislación zulu) , dedica un capítulo a discutir "pleitos y resoluciones" (p. 203-256) y aclara en una discusión con Paul Bohannan su posición metodológica al respecto:
, y donde un miembro de la escuela de Manchester casi al mismo tiempo expresa apoya a la posición ética de Max Gluckman: "estoy plenamente de acuerdo con la insistencia de Bohannan acerca de la necesidad de evitar violar los conceptos indígenas y, al nivel descriptivo, aplaudo sus intentos por captar la plena textura y alcance de las ideas legales tiv. Mi descontento refiere al hecho de que la preocupación con lo que es único en la cultura tiv, y los problemas de traducción que nos produce, hace que no vé los problemas relacionados con un análisis comparativo" .
En "The Allocation of Responsibility" (una obra de 1972) ataca con abrumadora claridad dos problemas que muy raras veces han sido tocados en la antropología jurídica: la asignación de responsabilidad y la contingencia, dos asuntos culturalmente específicos, y se ve claramente que el interés de Max Gluckman por la brujería no va dirigido hacia el aspecto exótico de este fenómeno. En la discusión acerca de la responsabilidad como culturalmente específica Max Gluckman habla de "una creencia bechuana según la cual, en el caso de que un pariente mayor se indignaba con un pariente menor, entonces los espíritus ancestrales de los dos le causarían infortunio al menor. El pariente mayor no hacía nada: su indignación puso en movimiento los espíritus. El pariente mayor injustamente tratado no era bajo estas circunstancias culpable de brujería; y tendría que llevar la batuta en el tratamiento ritual necesario para que el paciente podría ser curado", y habla de una creencia similar entre los lugbara en el pleno contexto del desarrollo de un grupo agnático .
Cuando ya se ha invocado la brujería como factor causal en la cuestión de la responsabilidad, entonces la culpa se tiene que colocar de acuerdo a criterios diferentes de los de la sociedad occidental: "se piensa que los brujos atacan solamente a parientes agnáticos, y si uno actúa ilegítimamente, entonces uno usa brujería en vez de invocar a los espíritus. Middleton escribe que hay una diferencia muy pequeña entre ser considerado como un anciano modelo que ejerce su autoridad en búsqueda del bienestar de su linaje y ser acusado de ser un brujo que abusa de sus poderes místicos para sus propios fines egoistas" .

5. Max Gluckman y el estudio del ritual y de la brujería.
Desde muy temprano retoma Max Gluckman dos temas tradicionales de la antropología británica, aprovechando los estudios anteriores y agregándoles nuevas dimensiones. Los dos temas son la brujería y el ritual. Max Gluckman es un auténtico británico empirista y para él tenemos todos una tarea eminentemente práctica en la vida: vivir la vida, para lo que nos ayuda la brujería y el ritual en un triple sentido. En primer lugar, nos ayuda a convencernos a nosotros mismos del valor de los valores que fundamentan nuestra vida y nuestro mundo, en segundo lugar, nos ayuda a convencernos de la coherencia de nuestro mundo y sus valores (casi como un sistema folk) y, en tercer lugar, nos ayuda a traducir estos valores en entidades palpables en este mundo.
En lo que a la brujería se refiere, su original inspiración proviene de aquella obra genial de Evans-Pritchard que trata a los azande como una especie de filósofos populares gramscianos y que es todo un tratado de epistemología intercultural . En una reseña avala Max Gluckman las interpretaciones de Evans-Pritchard, y no nos permite dudar de la importancia que le asigna a la brujería: "si un sociólogo puede localizar dónde caen las acusaciones de brujería en una sociedad, entonces casi puede reconstruir sus relaciones sociales" .
El punto de partida de Evans-Pritchard es la pregunta: "¿es el pensamiento zande tan distinto del nuestro que sólo podemos describir su lenguaje y sus acciones sin comprenderlas o, esencialmente, es igual que nuestro propio pensamiento pero manifestado en una jerga a la que no estamos acostumbrados?" .
El estudio de la brujería entre los azande que llevó a cabo Evans-Pritchard le permite descubrir uno de los fundamentos de la cultura de este pueblo, en el sentido de la lógica de su pensamiento. Si partimos de una de las pocas monografías que existían en aquel entonces acerca de la brujería, leemos que "la muerte es una consecuencia de la brujería, la hechicería, el envenenamiento, el suicidio o una verdadera agresión; no existe el concepto de accidente" , y de igual manera describe Evans-Pritchard la lógica de la brujería entre los azande, donde "toda desgracia presupone brujería y toda enemistad sugiere un autor" , y el autor termina: "espero haber convencido al lector de una cosa, a saber: la coherencia intelectuales de las nociones de los azande: sólo parecen incoherentes cuando se les coloca como objetos muertos de museo; cuando vemos cómo un individuo las utiliza, podemos decir que son místicas, pero no podemos decir que su utilización sea ilógica, ni siquiera que sea acrítica" .
Lo que estamos viendo en la monografía de Evans-Pritchard es realmente el estudio de la noción azande de la contingencia, un concepto que ha sido preocupación de filósofos y pensadores religiosos y pesadilla de aseguradoras, pero que ha ocupado muy poco a los antropólogos, por lo menos de una manera explícita y sistemática .
El trabajo más sofisticado en el campo de la brujería creo que encontramos en dos trabajos de Max Gluckman. El primera se encuentra en un libro acerca de la "adscripción de la responsabilidad" donde trata
El otro encontramos en una especie de tratado teórico del cambio social en el cual se comparan las condiciones en el mundo moderno y en el mundo tradicional (en la jerga de Max Gluckman, el mundo tribal)
Max Gluckman logra en su estudio de la brujería introducir una dimensión que brilla por su casi total ausencia en la clásica antropología británica, por lo menos en el estructural-funcionalismo: la dimensión cultural, entendida como la dimensión de los valores inherentes en el paradigma que es una cultura. Pero, invocando una vez más a Abner Cohen, el hombre bidimensional y la redondez de la antropología de Max Gluckman, podemos esperar una dimensión social en sus estudios de la brujería. Y sí, en efecto, si escuchamos el resumen de Mary Douglas, reconocemos fácilmente una parte de la dimensión social en la obra de Max Gluckman: "Clyde Mitchell, Max Marwick, John Middleton y Victor Turner (algunos de los mejor conocidos) habían interpretado las acusaciones de brujería principalmente como un instrumento para romper relaciones. El acusador estaba utilizando una forma legítima de ataque que lo absolvería de obligaciones indeseables" .
Un lugar de igual importancia viene a ocupar el ritual en la antropología de Max Gluckman; lo llegó a considerar "no simplemente como expresión de la cohesión y forma de grabar el valor de la sociedad y de sus sentimientos sociales en el pueblo, como en las teorías de Durkheim y Radcliffe-Brown, sino como una exageración de los conflictos reales de las normas sociales y una afirmación de la existencia de la unidad a pesar de estos conflictos" .
A Max Gluckman le encantan los clásicos, y acerca de "Les rites de passage" de Arnold Van Gennep opina que nunca había sido valorado justamente y acerca del ritual y los roles plantea que "estoy dispuesto a proponer valientemente las siguientes proposiciones: (a) entre más grande sea la diferenciación de los roles, menos ritual habrá, y entre más grande la diferenciación secular menos místico será la ceremonia relacionada, y (b) entre más grande la multiplicidad de roles no diferenciados y traslapando, más ritual habrá que sirva para separarlos" , basándose en "el truismo de que cualquier ritual - en efecto, cualquier acto de etiqueta - marca el hecho de que el hombre juega un determinado rol", con lo que vuelve a otro aspecto de lo que él mismo señala, en su libro acerca de la costumbre y el conflicto en Africa,  como su idea fundamental: que los hombres ocupan roles en diferentes contextos que marcan relaciones que se entrecruzan: "en su cualidad de obrero puede quitarse el sombrero frente a su patrón: no se quita su sombrero frente a su hijo, pues como padre es superior y puede quedarse con el sombrero puesto"
Historia: Africa, Europa, urbanización. A continuación de esta hazaña logra una conquista más en el contexto británico: logra colocar estos fenómenos no como elementos inamovibles de una cultura y, en particular, una estructura social africana, sino como elementos que se pueden utilizar en situaciones históricas específicas
Otro valor de su estudio de la brujería es que logra relacionar estos fenómenos con la situación del individuo, estudiando de qué manera son utilizados como herramientas sometidas a las regularidades de la racionalidad individual aunque dentro del marco general de una cultura.
Antes que nada estudia Max Gluckman el ritual y la brujería en su dimensión política, lo que no puede sorprender a nadie, conociendo un poco sus intereses.
Ritual: válvula de escape

6. Max Gluckman y la sociedad plural.
Queda claro que el punto de partida de Max Gluckman es la tradición antropológica británica como se había venido desarrollando en las obras de Malinowski y Radcliffe-Brown, más sus seguidores. El punto fuerte de esta tradición es la recolección de información a través del trabajo de campo que viene a sustituir la información heterogénea de los anteriores "antropólogos de gabinete", pero había llevado a la delimitación del universo de estudio como la ofrecían las pequeñas islas Trobriandesas y Andamanesas, donde los dos padres fundadores hicieron sus trabajos de campo, de muy diferente manera, por cierto. En esta tradición británica se había venido desarrollando una concepción de la comunidad, unidad del estudio, como un espacio cerrado y con fronteras precisas y claras.
Ya en su capítulo en African Political Systems, se distancía del marco británico y escribe hacia el final de su artículo que "aunque todos los zulu tienden a unirse en contra de los europeos, las viejas lealtades de las tribus y sus oposiciones son todavía latentes creando frecuentemente conflictos. Las tribus a menudo son hostiles entre ellas, pero están otra vez respaldando al rey zulu. Él es reconocido legalmente únicamente como el líder de una tribu pequeña en el distrito Nongoma, y el gobierno reconoce su estatus superior y por medio de él le hablan y escuchan al pueblo el zulu. Él ha sido usado en varias ocasiones para apaciguar disputas en otras tribus y siempre se le da preferencia sobre los jefes. El regente actual es un nominado del gobierno para el Consejo Representativo de la Unión Nativa. El gobierno ahí reconoce la existencia continua de la nación zulu. La fuerza del nacionalismo zulu está creciendo después de un periodo de debilidad. El líder de la casa real es otra vez el rey (Inkosi); los otros jefes son abantwama (príncipes) o abanumzama (gente importante). Él ejerce influencia, además de lo que el gobierno le permite, en otras tribus de la tierra zulu y algunas en Transvaal lo reconocen como su rey, aunque muchos de ellos nunca fueron gobernados por los reyes y lucharon en varias guerras con los blancos en contra de ellos. El poder actual del rey se debe prácticamente al hecho que simboliza la gran tradición de los reyes zulu, lo que le da a los zulu su grandeza respecto de otros pueblos, tales como los swazi. Las lealtades, orgullo y antagonismos nacionales de los bantu todavía son muy fuertes a pesar del creciente sentimiento de unidad negra. El poder del rey es también una reacción en contra del dominio blanco, ya que los zulu sienten que tiene el oído del gobierno y de esta forma el poder para ayudarlos en sus dificultades, y además que tiene el valor y la fuerza para oponerse al gobierno. sin embargo, bajo el poder continúan dividiendo a los jefes, pero únicamente los jefes MndiaKazi y Qwabe tienen celos del rey, y aunque él no puede hacer que todas las tribus acepten su nominación par representar a los nativos de Natal en la Unión del Senado; pero todos los jefes encuentran que, como representantes del rey, su posición, ante el pueblo es más fuerte que como jefes independientes del gobierno. Como tales, su gente sospecha de ellos de tener miedo de criticar el gobierno. La lealtad dad al rey varia con las constantes consultas y reconocimientos cuando viaja. Todos los zulu se amontonan para verlo si pueden  y le ofrecen regalos" .
En la otra obra de 1940, una situación social en la Zululandia moderna, Gluckman enfatiza más el carácter plural de la sociedad, factor necesario para entender los sistemas tribales locales: "La Unión de Africa del Sur es un estado nacional habitado por 2,003,512 blancos, 6,597,214 africanos y miembros de varios otros grupos raciales ("colour-groups"). No conforman una comunidad homogénea, pues el estado es constituido principalmente por su división en grupos raciales de diferentes estatus. El sistema social de la Unión, en consecuencia, consiste en las relaciones interdependentes entre y dentro de los diferentes grupos raciales en cuanto grupos raciales. En el presente ensayo trato las relaciones entre blancos y africanos en el norte del país zulú, donde trabajé durante 16 meses de 1936 a 1938. Alrededor de las dos quintas partes de los africanos de la Unión viven en áreas que les son reservadas, distribuídas a través de toda la Unión. Solamente ciertas categorías de europeos (administradores, oficiales técnicos, misioneros, comerciantes, reclutadores) viven en estas reservas. Desde las reservas los hombres africanos salen para trabajar durante breves periodos de tiempo en el empleo de granjeros, industrialistas y particulares blancos, después de lo cual regresan a su hogar. Cada comunidad de reserva tiene estrechas relaciones con el resto de la comunidad blanco-africano de la Unión, económicas, políticas y de otros tipos. Por eso, los problemas estructurales de cualquier reserva consiste en gran medida en analizar de qué manera, y hasta qué grado, la reserva es estrechamente articulada con el sistema social de la Unión, cuáles son las relaciones entre blancos y africanos dentro de la reserva, y de qué manera estas relaciones son afectadas por, y afectan, la estructura de cada grupo racial" .
Gluckman describió la situación alrededor de la inauguración de un puente, con todas las lealtades de los involucrados. Lo que le importaba erael ehcho de que, aunque los negros y los blancos pertenecían a grupos rígidamente separados, compartían algunos intereses en la inauguración del bendito puente. Concluía que "para resumir la situación en el puente, podría decirse que los grupos y los individuos presentes se comportan comolo hacen a consecuencia del puente, que es el centro del interés que los reune en una celebración común. Como consecuencia del común interés, actúan según la costumbres de cooperación y comunicación, aun cuando los dos grupos de color están divididos de acuerdo a las pautas de la estructura social. De manera similar, dentro de cada grupo de color, la festividad une a los miembros aunque están sepaardos de acuerdo a las relaciones sociales dentrod el grupo" .
La situación no era estable y, a pesar de todos los lazos entrecruzados los conflictos no se podían resolver sin un cambio radical. Gluckman compara Zululandia antes y después de la colonización: en la situación anterior habían, a pesar de todas las guerras, largos periodos de relativa estabilidad que, según Gluckman, el antropólogo debería de estudiar.
En el plan de trabajo del Rhodes-Livingstone Institute escribió Gluckman programáticamente en 1945 que "debo poner el énfasis en que no considero los procesos sociales en marcha como completamente desintegradores. Toda mi formulación del problema depende del reconocimiento de que existe una sociedad de Africa Central compuesta de grupos culturales heterogéneos de europeos y africanos, con una estructura social y unas normas de comportamiento determinados, aunque tiene muchos conflictos y desajustes" .
Max Gluckman retoma la problemática de articular las muy diferentes partes de la sociedad plural por medio de la antigua herramienta de roles sociales. En un artículo de 1968 plantea que un cierto tipo de roles son interjerárquicos, en el sentido de que pertenecen al mismo tiempo a dos diferentes jerarquías que se colocan en dos estructuras sociales diferentes: en la de la comunidad y en la de la sociedad más grande.
Es muy en la misma vena, es decir en el espíritu de su formulación de la sociedad plural, que analiza Max Gluckman la delicada situación en Kenya alrededor de la rebelión maumau en los años 1950, cuando la burguesía inglesa estaba espantada por lo que vieron como obscenidades rituales practicados por los rebeldes maumau que exigieron la independencia de la entonces colonia británica Kenya. El artículo de Max Gluckman es una respuesta a la interpretación de la situación que hace la delegación parlamentaria que ha sido compuesta con el fin de analizar el movimiento rebelde en Kenya y presentar una recomendacióin que pueda guiar la acción del gobierno británico. La delegación parlamentaria dice que "el movimiento maumau intenta deliberada y premeditadamente guiar a los africanos de Kenya hacia atrás hacia la sabana y el salvajismo, no hacia adelante al progreso", y "un importamnte periódico va aún más lejos en su editorial: considera al movimiento maumau como el producto de un estancamiento de 30,000 años" . Max Gluckman logra al mismo tiempo distanciarse del etnocentrismo, manifestar su solidaridad política con los negros africanos en la colonia británica y aprovechar la fuerza lógica de su modelo de la sociedad plural al llegar a la conclusión de que "el movimiento maumau es el producto de la colonización de Africa y no del Africa indígena misma" .

7. Conclusión: Max Gluckman y el estructural-funcionalismo.
Ahora, después de estudiar las contribuciones más puntuales de Max Gluckman a la antropología política, la antropología jurídica, el estudio antropológico del ritual y de la brujería, más su formulación de la sociedad plural, será conveniente plantear la pregunta: ¿cuál habrá sido la contribución glocbal de Max Gluckman a la antropología social?, una pregunta que podemos abordar formulando la pregunta: ¿cuál fue la relación de Max Gluckman con el estructural-funcionalismo?, pues, en la última instancia, su antropología proviene de la tradición británica fundada por Radcliffe-Brown y Bronislaw Malinowski y, a diferencia de otros inovadores británicos, Max Gluckman nunca negó la cruz de su parroquia.
La moderna antropología británica nació encima de las ruinas de un evolucionismo decimonónico desprestigiado, representado por autores como Maine, McLennan, Lubbock, Spencer, entre otros, y con James Frazer y Edward Burnett Tylor como figuras de transición, por medio de una de estas revoluciones científicas que hoy llenan las páginas de los libros de texto . Los revolucionarios eran dos: "la revolución llegó con el trabajo de Radcliffe-Brown durante los años 1906-08 en la bahía de Bengal, en las islas Andaman, y con el de Bronislaw Malinowski en las islas Trobriand durante varios periodos entre los años 1914 y 1918, situadas al sureste de la punta de Nueva Guinea" .
Malinowski y Radcliffe-Brown se oponían prácticamente en todo , pero Max Gluckman es como antropólogo producto de ambos revolucionarios, y los problemas que trata son los problemas clave que ocupan un lugar destacado en la tradición histórica de esta moderna antropología británica.
Por lo regular Max Gluckman se nos presenta como uno de los seguidores y alumnos de Radcliffe-Brown: "desde 1937, los discípulos de Radcliffe-Brown y otros prosélitos de sus teorías han publicado una serie de monografías y artículos dedicados al estudio de la estructura social de un buen número de sociedades: los murngin australianos (Warner), los nuer (Evans-Pritchard), los tallensi (Fortes), los lozi (Gluckman), los ngoni (Barnes) y los tiv (Bohannan), por mencionar sólo algunos" . Otro testimonio de su íntima relación con la escuela de Radcliffe-Brown es el hecho de que su primera publicación importante, "El reino de los zulu del África del Sur", forma parte de African Political Systems, una de las publicaciones clave del estructural-funcionalismo de Radcliffe-Brown, y publicó también un artículo en el volumen muy similar pero sobre otro tema que fue publicado díez años más tarde: "Sistemas africanos de matrimonio y parentesco" .
Pero Max Gluckman mismo pone el énfasis de manera diferente: "Radcliffe-Brown proporcionó la perspectiva teórica más fructífera, aunque los antropólogos ingleses han ido mucho más allá del punto por él alcanzado. Sin embargo, considero a Malinowski el verdadero padre de la moderna antropología inglesa. La teoría es un aspecto de la ciencia; otro igualmente importante es el tipo de datos que se someten al análisis teórico. En esto Malinowski produjo un cambio revolucionario en la materia" . Sin embargo, Max Gluckman no fue un seguidor ortodoxo y dócil, y ya en African Political Systems se nota la distancia entre el capítulo de Max Gluckman y las dos declaraciones programáticas en el libro: el prólogo de Radcliffe-Brown y la introducción de los dos editores (una distancia que separa también el capítulo de Max Gluckman de los demás capítulos del libro).
La primera diferencia que salta a la vista es el uso del concepto de cultura. Es sabido que Radcliffe-Brown ya alrededor de 1937 había desterrado este concepto de la antropología social británica, y sin embargo, si revisamos el artículo de Max Gluckman de African Political Systems encontramos innumerables huellas del uso del concepto de cultura: "todas las tribus que componían la nación hablaban dialectos de la misma lengua y tenían una cultura común", "era ésta la orientación militar de la cultura zulu bajo el rey que la unificaba grandemente al pueblo", y "en general, se puede decir que los zulu más educados consideran al magistrado más aceptable que los paganos, pero entre los zulu más educados, quienes están más fuertemente en contra de las barreras raciales, existe una tendencia con reacciones violentas de su gente, cultura y valores para alejarlos de los europeos" .
Más fuerte todavía se siente la distancia entre Max Gluckman y la escuela de Radcliffe-Brown en la pequeña obra programática "Análisis de una situación social en la modena Zululandia" . Allí el concepto de cultura ocupa un lugar importante, hasta tal grado que llama la atención. Es raro encontrar en la obra de un antropólogo de la Ecsuela Británica apartados con títulos como "La cultura y las relaciones sociológicas", "Los movimientos sociológicos son expresados en términos culturales", "La expresión cultural de los conflictos y las fisuras en desarrollo" , un punto de vista que explicita de una manera muy poco británica: "relacionaré los principios generales de la expresión cultural de los movimientos sociológicos al principio de que en todos los sistemas sociales hay una tendencia a que disputas individuales, que surgen de conflictos, se tienen que expresar en formas socialmente reconocidas" .
La segunda diferencia tiene que ver con la presencia de una dimensión histórica en el trabajo de Max Gluckman. Es sabido que la historia ocupaba un lugar muy pequeño en la antropología de Malinowski, mientras que la antropología de Radcliffe-Brown era más bien antihistórica, igual que el caso de sus alumnos y seguidores: Meyer Fortes habla de "historia falsificada"  y S. F. Nadel declara en una ocasión que sencillamente "no tenemos las fuentes escritas necesarias, por lo que no podemos estudiar la historia de estos pueblos" y en otra ocasión habla de "historia ideológica" . Evans-Pritchard es un caso especial, pues mientras que desde aproximadamente 1950 se presentó como el abogado de la historia en la antropología social británica, en muchos de sus trabajos encontramos una separación algo artificial de la antropología y la historia, y en otros trabajos encontramos una neglijencia de la historia .
El artículo de Max Gluckman acerca del reino de los zulú no es ni más ni menos que un trabajo histórico, como se desprende del inicio del artículo. "Describo la organización política Zulu en dos períodos de su historia - bajo el reinado de Mpande y bajo el gobierno europeo, hoy día", "he utilizado registros históricos, en parte para ilustrar el funcionamiento de la organización de cada período y, en parte, para discutir los cambios en la naturaleza de la organización. La familia Nguni del pueblo de habla Bantu, que más adelante formó la nación Zulu, llegó al sureste de África alrededor de la mitad del siglo XV. Eran pastores que practicaban cultivos alternos. Vivían en estancias dispersas ocupadas por descendientes masculinos y sus familias; un número de estas estancias se unificaron alrededor de un jefe, el heredero de la línea de descendencia más antigua, en la tribu", "para 1775 los motivos de guerra cambiaron, posiblemente debido a la presión demográfica. Algunas tribus conquistaron a sus vecinas y surgieron pequeños reinos que enteraron en conflicto. Esta lucha, Shaka, jefe de los zulu, fue el victorioso: por su carácter personal y estrategia militar se convirtió en el señor de los que es hoy la tierra Zulu y Natal, y sus tropas combatían más allá de sus fronteras. Organizó una nación con todas las tribus que conquistó. Su mayor interés se encontraba en el ejército y convirtió a sus hombres en guerreros de tiempo completo; desarrolló el concepto de regimientos formados por hombres de la misma edad, y los acuarteló la mayor parte del año en grandes barracas construidas en diferentes partes del país. Ahí se entrenaban para la guerra, pastoreaban el ganado del rey y cultivaban los campos. A los hombres se les prohibía casarse hasta que el rey les daba permiso, como requerimiento, de casarse con las mujeres de un requerimiento de cierta edad. El gobierno de Shaka era el de un tirano y peleaba una guerra cada año; por lo tanto, cuando en 1828 fue asesinado por su hermano Dingane, la gente aceptó gustosamente a éste como rey" .
En otro lugar, en el contexto de su crítica a la ahistoricidad de la antropología de Malinowski, Max Gluckman hace una distinción lúcida e importante: "Malinowski sostiene que lo que le interesa al antropólogo no es la historia "muerta y enterrada, sino la tradición viva y obrando"; la distinción es válida, pues psicológicamente la gente es movida por lo que creen que es su historia y no por lo que realmente es. Así, los estudiantes ingleses conocen los nombres de Poictiers, Crecy y Agincourt, pero ¿cuántos muchachos conocen los nombres de las victorias francesas? y, sin embargo, las victorias francesas mantuvieron a Francia independiente de Inglaterra, afectando de esta manera la historia de Inglaterra e Inglaterra, y desde otro punto de vista la gente es afectada por lo que realmente era su historia, es decir la historia muerta y enterrada. Toda la historia de Inglaterra le otorga un lugar en el mundo que afecta su situación actual. La Guerra de Treinta Años afectó a través de sus resultados materiales la vida en Alemania durante muchas generaciones. La conquista de Natal por los zulúes creó relaciones con otras tribus que todavía tienen vigencia y que la gente desconoce" . No es fácil en una tradición antropológica que elimina la dimensión histórica, hacer esta distinción entre lo que podemos llamar "historia objetiva" e "historia subjetiva", o historia e historiografía.
Lo que más inmediatamente llama la atención en este artículo es la discusión acerca del equilibrio, un problema que ha sido una preocupación central en las ciencias sociales por lo menos a través de todo el siglo XX. En general  "el concepto de equilibrio contiene dos ideas: primero, que todos los elementos o variables en un sistema político son funcionalmente interdependentes; y, segundo, que tienden a actuar y reaccionar unos a otros, hasta un punto en que se logra un estado de estabilidad, aunque sea momentánea" .
El primer punto, la interdependencia de todos los elementos o variables, fue desarrollado por Malinowski ya.
El segundo punto es un punto medular en la construcción teórica de Radcliffe-Brown. Los dos puntos de la concepción del equilibrio presuponen la observación lúcida de Simmel, que "una comunidad es un proceso", una concepción que va mal con la idea fundamental de Emile Durkheim, de concebir a los fenómenos sociales como cosas. En la teoría de Max Gluckman el equilibrio es producto de un proceso dialéctico de conflictos.
Así que, en primer lugar, el equilibrio no es el punto de partida, sino el resultado final y, en segundo lugar, el equilibrio que se alcanza es un equilibrio móvil.
Para Max Gluckman el equilibrio no es un artículo de fé acerca de la normalidad, como es el caso de los seguidores de Radcliffe-Brown, sino el producto de un proceso histórico: "En el país zulu, como en cualquier parte, periodos de relativa estabilidad han llevado paulatinamente a periodos de cambio rápido. Los periodos de relativa estabilidad fueron marcados por confictos abiertos que a través de un periodo de algunos años formaron parte de un equilibrio y no cambiaron su configuración , pero que en la última instancia determinaron las líneas a lo largo de las cuales se efecturaría el cambio .
Podemos relacionar el equilibrio y la visión histórica, pues Max Gluckman ve el equilibrio como el producto de un proceso histórico y no como una condición natural e inevitable, como señala en su artículo: "esbozaré los desarrollos generales que han producido el actual equilibrio" .
El equilibrio es solamente uno de varios posibles casos, y Gluckman se desliza fácilmente desde su concepción del equilibrio a la formulación de una teoría del cambio socio-cultural, partiendo de una crítica de un libro póstumo de Malinowski dedicado a la teoría del cambio social, empezando su cítica así: "inmediatamente desconfío en libros tales como la presente más reciente polémica del difunto Profesor Malinowskique es escrito en los términos campantes de la única y exclusiva ortodoxia", para concluir que: "eso es un libro muy malo. Eso es su sólo mérito, según el principio establecido por Descartes. Es una tragedia que sería publicado para arruinar la bien ganada reputación de Malinowski, basada en su propio trabajo de campo y su contribución general a la antropología social" .
donde hace una distinción entre dos tipos de sistemas : "Mi argumento general se fundamenta en la distinción entre dos clases de sistemas sociales: sistemas repetitivos y cambiantes. (1) Un sistema social repetitivo es un sistema en el cual los conflictos pueden ser resueltos por completo y se puede alcanzr cooperación dentro del patrón del sistema, mientras que (2) Un sistema social cambiante, por otro lado, es un sistema en el cual los conflictos pueden ser resueltos por completo o en parte y se puede lograr cooperación por completo o en parte mediante cambios no solamente en los oindividuos que forman parte de los grupos y las partes que entran en las relaciones que constituyen las partes del sistema, sino también en el carácter de aquellas partes y el patrón de su interdependencia con sus conflictos y cohesiones. La Zululandia moderna es tal sistema, en el cual nuevos tipos de grupos y personalidades sociales emergen constantemente en relaciones mútuas que cambian todo el tiempo", y "frecuentemente es difícil clasificar un sistema particular como repetitivo o cambiante" .
El equilibrio se lleva a cabo en un sistema, típicamente el seco sistema cerrado de Radcliffe-Brown, pero como siempre la crítica de Max Gluckman va más explícitamente dirigida contra Malinowski, en cuya antropología Gluckman detecta una debilidad que se debe a "el rechazo a considerar el Africa moderna como un territorio integral del mundo moderno, y en consecuencia el rechazo a reconocer que aunque podemos aislar para su estudio una reserva, un barrio bajo, una zona de residencia minera o aún una mina, tenemos que tomar en cuenta el efecto de fuerzas esternas" .
Sin embargo, muy temprano en la obra de Max Gluckman encontramos una rebelión intuitiva contra el cerrado espacio del sistema. En el tratamiento del reino de los zulú en African Political Systems es claro que se toma en cuenta no solamente las características de la sociedad zulú, sino también las relaciones hacia fuera y la presencia de los conquistadores europeos: "Durante la vida de Shaka, los comerciantes se asentaron en Puerto Natal en términos amistosos con los zulu. Más tarde, los boers llegaron al Natal, conquistaron a los zulu en 1838 y los confinaron al norte del río Tugela. El gobierno de Dingane fue también tiránico y su gente empezó a apoyar a su hermano Mpande. Dingane urdió un plan para matar a Mpande y éste huyó con sus seguidores a los boers en Natal; de allí atacó y derrotó a Dingane y se convirtió en rey. Los zulu comenzaron entonces un período de relativa paz, pues Mpande sólo ocasionalmente atacaba a los swazi y tembe (thonga); al sur y al oeste estaban los estados europeos y los fuertemente atrincherados basuto. Sin embargo, durante su reinado dos de sus hijos pelearon por el trono; Cetshwayo triunfó y se convirtió en rey cuando Mpande murió en 1872. En 1880  los británicos derrotaron a los zulu, destituyeron a Cetshwayo y dividieron la nación en trece monarquías. Tres años después trataron de reinstalar a Cetshwayo; por varias razones la guerra civil estalló entre la sección Usuthu (la real) de la nación y de las tribus gobernadas, bajo el rey, por la casa de Mandlakazi Zulu, que se unió a la casa real en el periodo del abuelo Mpande. El rey murió pero su hijo Kinuzuzulo con los boer ayudó a derrotar a los rebeldes que huyeron con los británicos. El 1887 los británicos establecieron un magistrado en la tierra Zulu y restauraron a los Mandladazi a sus hogares. Dinuzulu resistió, fue derrotado y exiliado. Los zulu se dividieron en un número de tribus y el gobierno blanco estableció firmemente. Dinuzulu fue designado jefe de una tribu pequeña (la Usuthu), pero fue nuevamente exiliado después de la rebelión de Bambade en 1906. Murió en exilio y su heredero fue nombrado jefe de los usuthu; después de su muerte fue reemplazado por su hermano como regente. El gobierno ha pasado de Inglaterra a Natal, y en 1910 pasó a la Unión de Sudáfrica" .
Con mayor claridad encontramos el problema desglosado en el trabajo acerca de una situación social en el moderno Pais Zulú, donde señala que "la integración de los zulú y los blancos en un sólo sistema ha avanzado rápidamente. Se ha venido desarrollando una cierta lealtad hacia el gobierno, y al mismo tiempo algunas tendencias fundamentales en la economía sudafricana han agudizado la oposición entre africanos y blancos. Un aumento en la presión sobre la tierra y la tensión en la vida en los centros laborales han hacho la dominación blanca más opresiva. Después de que los boer se habían apopiado una parte del país zulu, los zulu recibieron promesas de poseer el resto a perpetuidad, pero la costa ha sido alienada para plantaciones de caña de azúcar y han sdio establecidos otros dos asentamientos de granjeros. Vieno hacia atrás, los zulu consideran los primeros años de dominación blanca como un periodo feliz, en base a lo que han establecido una preferencia tradicional por el dominio inglés, en comparación con el dominio de los boer. Una oposición creciente ha aumentado la resistencia a las inovaciones de los blancos y revitalizado antiguas costumbres. Ha producido cambios radicales en la estructura social. En general, la oposición ya no se dirige hacia atrás en el tiempo, como fue el caso de los tempranos intentos de Dinuzulu por recuperar la independencia. El objetivo explícito de la rebelión de 1906 fue empujar a los blancos al mar. Hoy son pocos zulu que niegan las ventajas que han derivado del grupo blanco. Hasta donde sea formulada su oposición, exigen más ventajas, pues surge en una situación totalmente diferente. Algunos zulu con una educación mayor tienden a regresar a las antiguas costumbres, lo que parece ser un retroceso; es apoyado por el gobierno como parte de la política de segregación y desarrollo paralelo, lo que ha producido una antropología que registra y recuerda la vitalidad de la cultura bantú, sin hacer referencia a sus causas. Esta vitalidad se puede adscribir a un intento de franquear el abismo entre los cristianos y los paganos, al rechazo de los zulu con educación a la civilización europea que les es negada, y a los medios políticamente seguros que ofrece para expresar el orgullo zulu y el odio a la cultura a la cual no se atreven a aspirar. En segundo lugar, la oposición es expresada en las iglesias separatistas zulu, un reflejo de la incapacidad del cristianismo de darles igualdad a los negros. En tercer lugar, como resultado de las nuevas condiciones económicas, los zulu han sido atraídos por las organizaciones industriales y urbanas en las cuales participan juntos con otros bantú. Al analizar el equilibrio en la actualidad mostré de qué manera la dicotomía de la vida de los braceros les produce forzosamente un conflicto entre su lealtad hacia su jefe y hacia un sindicato. Describí las nuevas condiciones bajo las cuales el jefe tiene que representar los intereses de su pueblo. Es claro que los zulu cada día más se asociarán con otros obreros bantú o aún con obreros de otros grupos étnicos ("color groups"), en movimientos de reivindicación industrial. Hasta qué grado los jefes pueden seguir resistiendo este movimiento, sin que su pueblo los abandone, es una cuestión problemática" .
En su pequeña obra maestra acerca de la costumbre y el conflicto en Africa no se limita, como lo hacían muchos antropólogos trabajando en Africa, a estudiar a las sociedades de los negros: "en la última instancia, por supuesto, Africa del Sur sigue funcionando porque los blancos ejercen una fuerza superior. Conquistaron el país por la fuerza de las armas, o la amenaza de las armas, y por una tecnología manifiestamente superior. Es cierto que algunas tribus africanas solicitaron protección, pero frecuentemente se trataba de protección contra otros blancos, y estas tribus se dieron cuenta de que no tenían otra opción" .
Una de las grandes contribuciones de Max Gluckman a la teoría antropológica es la formulación del concepto de "sistema abierto", que parte de la observación de que "la realidad es compleja y la primera tarea de un científico es delimitar problemas específicos dentro de un campo restringido de datos", para seguir criticando que "cuando Durkheim, al inicio de sus Reglas del método sociológico intentó demarcar el dominio exclusivo de la sociología, tuvo que conceder que el beber, el dormir, el comer y el razonar son evidentemente del interés de la biología y la psicología, por lo que hay que excluirlos del dominio de la sociología", invocando la visión de A. N. Whitehead de que "la realidad es un paso de eventos en el tiempo-espacio, y que podemos observar estos eventos" y luego establecer que "cualquier evento que influencía la manera en que los hombres conviven puede ser parte del campo que un antropólogo estudia - los cuerpos celestiales y sus movimientos, la lluvia y el suelo, así como los libros, las palabras y los sentimientos de los hombres; según esta posición no es necesario distinguir un dominio exclusivo para la antropología, la sociología, la psicología o la biología, y muchas de las dificultades con las cuales Durkheim se vio involucrado se pueden evitar" .
La antropología de Max Gluckman está llena de sistemas también: "Las diferentes ciencias sociales y de la conducta por lo regular no se distinguen por los eventos que estudian, sino por el tipo de relaciones entre eventos que intentan establecer. Los eventos mismos son neutrales a las diferentes disciplinas. Sin embargo, en nombre de la brevedad hablamos de hechos o fenómenos psicológicos, culturales, sociales y económicos, que son eventos colocados en algún marco de análisis; pero todo el mundo lo hace hace referencia a eventos colocados en relación mútua respectivamente en un sistema psíquico, cultural o económico" . Sin embargo, los diferentes sistemas no constituyen separados dominios exclusivos, sino dominios establecidos por su contenido de diferentes relaciones y, en segundo lugar, mientras que los sistemas de Radcliffe-Brown son cerrados y tienen fronteras impermeables que no permiten establecer una relación sistemática con el mundo fuera del sistema, los sistemas de Max Gluckman son sistemas abiertos. Aunque previene contra la formulación de una receta de cocina para definir un sistema, pues se trata de "un conjunto de regularidades que dependen esencialmente de eventos y relaciones entre eventos fuera del sistema en cuestión" .
Como un acercamiento a la problemática define cinco procedimientos para la demarcación de un campo : Primero, hay una delimitación del campo "en el espacio y en el tiempo", segundo, "el antropólogo puedo tomar como dados hechos ciertos eventos que ejercen una marcada influencia en su campo"; como ejemplo menciona Max Gluckman que "la lluvia cae en ciertas cantidades en determinados tiempos, lo que afecta los cultivos y el pastoreo y, en consecuencia, toda la vida social". El tercer punto parte de la necesidad de "basar su análisis en combinaciones más complejas de relaciones entre hechos, donde estas relaciones son apropiadamente estudiadas por otra disciplina" (Max Gluckman menciona como ejemplo la tenencia de la tierra), y continúa con la "abreviación, que avanza un paso más, cuando el antropólogo adopta no solamente combinaciones complejas de hechos apropiadas a las investigaciones de otras disciplinas, sino aún sus postulados e hipótesis". Con el cuarto punto entra Max Gluckman en un terreno altamente resbalozo, pues "en vez de abreviar los resultados de otras disciplinas, que sea por la abreviación de conclusiones o de hipótesis, el antropólogo puede hacer suposiciones cándidas acerca de los complejos de eventos que se encuentran en las fronteras de su campo delimitado, o acerca de los aspectos de eventos estudiados por otras disciplinas" y, al hacer eso, "considera que tiene el derecho a hacer a un lado el estudio y las conclusiones de aquellas otras disciplinas como irrelevantes a sus problemas" y, finalmente, "un científico social sigue un procedimiento completamente diferente dentro de su campo delimitado; allí tiene que simplificar los hechos y las variables, y proponemos reservar un significado especial de la palabra simplificación para este procedimiento" .
Otro punto que distingue la antropología de Max Gluckman de la de sus antecesores y profesores es el lugar que ocupa el conflicto en su análisis social y cultural. El interés de Max Gluckman por el conflicto tiene sus raíces ya en su trabajo entre los zulúes, donde "a pesar de los muchos conflictos no resueltos e irresolubles, funcionaba, forzándole de este modo a considerar cómo podían contener los sistemas sociales los conflictos profundos que están presentes en todos ellos" , pero ya temprano criticó a Malinowski por no aceptar el conflicto en su campo de estudio: "en general, cuando sea que los negros y los blancos ccoperan clasifica el fenómeno como procesos de contacto social y cambio; pero cuando entren en conflicto los considero como distintos y no integrados", citando de Malinowski: "cuando ocurre una efectiva cooperación, nace una nueva forma de organización social: una congregación cristiana nativa bajo la supervisión de y guiada por un clero blanco; una mina o una fábrica donde los obreros africanos trabajan bajo la dirección de los blancos; una escuela en la sabana donde los niños africanos son enseñados por profesores europeos; un sistema organizado de administración nativa bajo el control de europeos. Así que lo que resulta del impacto no es un conjunto confuso de rasgos, sino nuevas instituciones organizadas según una carta definitiva, manejadas por un personal mixto, relacionadas a planes, ideas y necesidades europeos, y a veces satisfaciendo intereses africanos" .
El conflicto ocupa un lugar de primera importancia en la antropología de Max Gluckman, en efecto proporciona el motor que pone en movimiento el proceso social, un motor que brilla por su ausencia, más en la antropología de Radcliffe-Brown que en la de Malinowski. Para Max Gluckman el conflicto parece ser un estado del mundo más natural que la paz: "siempre sentí que estudios de las causas de la paz serían más productivos que estudios de las causas de la guerra" .
La expresión más poderosa de este equilibrio entre conflicto y equilibrio, para así decirlo, encontramos bajo la etiqueta de "la paz en la riña" en su análisis de los procesos sociales en Africa, donde le asigna la autoría de la idea a "mi primer profesora de antropología, la señora A. W. Hoernlé, quien planteó la idea clave del argumento en mi mente en Johannesburg en 1931, cuando intentamos entender las ceremonias que las mujeres zulú ejecutaron a su diosa Nomkubulwana", e invoca las famosdas palabras de T. S, Elliot, quien escribió que"sugiero que tanto la clase como la región, dividiendo los habitantes de un país en dos diferentes tipos de grupos, llevan a un conflicto que fomenta la creatividad y el progreso. Y estos son solamente dos de un número indefinido de conflictos y zelos que le servirían al país. En efecto, entre más mejor, de manera que cualquiera sería el aliado de cualquier otra persona en algunos respectos, y su opositor en varios otros, y no dominaría ningún conflicto, envidia o miedo particular" .
Hasta tal grado está presente el concepto de conflicto en su antropología política que en su introducción de brocha ancha a la antropología nos presenta una tipología de los conflictos y lo sistematiza y gradúa. El uso del concepto de conflicto se limita a "oposiciones forjadas por la estructura de la organización social", mientras que "para los disturbios superficiales en la vida social, dependiendo de su naturaleza, podemos utilizar competencia, disputa, argumento, lucha, disención, contención, etc. Lucha debería reservarse para eventos con raíces más profundas y fundamentales y conflicto para discrepancias en el corazón del sistema... que ponen en marcha procesos que produzcan alteraciones en el personal de las posiciones sociales, pero no alteraciones en la configuración de las posiciones. Contradicción debería utilizarse para aquellas relaciones entre principios y procesos discrepantes en la etsructura social que inevitablemente deben de llevar a un cambio en la configuración" .

De igual manera es sabido que el individuo es un concepto y una dimensión que no interesa a la orientación de Radcliffe-Brown más allá de lo puntualmente estructural, mientras que para Malinowski es antes que nada una entidad biológica, por lo que no es menos raro encontrar apartados con títulos como "El individuo y el cambio social en una sociedad con grupos culturalmente heterogéneos" y "La conducta individual y el cambio social" .

Max Gluckman se declara sin titubeo alguno como evolucionista: "Yo también soy evolucionista en el sentido de que considero que cuando evaluamos e intentamos entender el significado de las instituciones es esencial examinarlas contra el trasfondo de lo que sin lugar a dudas ha sido una de las más grandes tendencias en la historia de la sociedad humana en su totalidad - la creciente complejidad de la tecnología y, con ella, la creciente complejidad de la organización económica. Yo creo que cuando nos representamos las formas de la organización social y de las creencias e ideas sociales asociadas a diferentes rangos de tecnología, iluminamos a todas. Esa es ahora una línea de pensamiento poco popular entre los antropólogos sociales, y así ha sido durante mucho tiempo, la única excepción siendo la escuela bajo el Profesor Leslie White en la Universidad de Michigan. Durante años recientes el énfasis se ha colocado en lo que es común en todas las instituciones de las sociedades humanas, y es cierto que hay muchas cosas que todas las sociedades comparten. Sin embargo, dentro de esta área común demarcada es posible registrar diferencias que adquieren importancia de su mátrix compartida en la vida social" .
Pero de ninguna manera asume una posición positivistamente apolítica. Mientras que en lo referente al compromiso político, según Malinowski "la antropología funcional es una ciencia esencialmente conservadora" , el conservadurismo de Radcliffe-Brown se percibe sin lupa: inicia su introducción a la colección de ensayos sobre sistemas de parentesco y matrimonio en Africa con una cita de Gobineau, un pensador cuyas ideas inspiraron, entre otros, el pensamiento de Hitler en asuntos de pureza racial . El compromiso político de Max Gluckman se desprende de su artículo acerca de los rituales introducidos en el movimiento maumau, o cuando critica a Malinowski, acusandolo de "falta de consciencia de una situación en la cual no solamente el Sínodo de la Iglesia Anglicana protesta contra la discriminación racial, sino también empresarios blancos de la industria secundaria exigen estabilización, el fomento de calificaciones y el aumento de la fuerza adquisitiva, a la oposición de una política laboral de los dueños de las minas cuyos intereses provienen de las condiciones de la industria de extracción"  y es válido mencionar una vez más que la contribución de Max Gluckman a  African Political Systems "era la única pieza de análisis político realista, que se ocupaba del contexto de la dominación racial, que podía encontrarse en todo African Political Systems" .
De una manera redonda declara Max Gluckman, en una manifestación de su credo antropológico, que "estoy defendiendo que, si queremos penetrar con más profundidad en el verdadero proceso mediante el cual las personas y los grupos viven juntos en un sistema social, bajo una cultura, tenemos que utilizar una serie de casos conectados ocurridos dentro de la misma área de la vida social. Yo creo que esto alterará en gran medida nuestra visión de algunas instituciones y profundizará nuestra comprensión del significado de todas las costumbres. Permitirá que el objeto de la antropología social englobe todo lo que Malinowski descartaba como peleas accidentales y diferencias personales de temparamento; aportará a los análisis monográficos algo de la penetración que Freud aportó al estudio de la personalidad humana y algo de la profundidad que puede encontrarse en la novela, pero no en el análisis científico. La prueba de este método consiste en su aplicación al trabajo ya hecho, y he citado estudios publicados por jóvenes antropólogos que ponen en claro que el método supera esta prueba. En mi propio departamento hemos aplicado el método a toda una serie de trabajos de antropólogos mayores y siempre hemos encontrado que podíamos salir con más comprensión y, sobre todo, con más problemas que exigen nuevos datos de investigación de campo y posteriores análisis. Una medida de la capacidad de estos antropólogos mayores es que proporcionan datos que permiten este nuevo análisis de su trabajo. Soy uno de ellos, así que introduciré los últimos ejemplos con una crítica de mi propia obra The Judicial process among the Barotse of Northern Rhodesia. Puedo tomar este libro como un buen ejemplo de la obra de mi generación porque las críticas me lo permiten. Intenté en este libro analizar los modos de pensamiento de los jueces barotse al decidir un caso, y relacionar estos modos de pensamiento con los transfondos económicos y sociales en general de la vida barotse. Cuando hube acabado el libro, comprendí que había hecho una importante contribución al problema de que me ocupaba, pero me sentía poco satisfecho como sociólogo con el conjunto del libro. Sentía que había estado al borde de importantes descubrimientos sociológicos, pero que no los había hecho. Ahora me resulta claro que, aunque había entrelazado mi análisis mediante muchos casos, algunos citados muy por extenso, de hecho había utilizado cada caso como un incidente aislado que se presentabaante el tribunal. Sin embargo, evidentemente cada caso no era más que un incidente en un largo proceso de relaciones sociales, con profundas raíces en el pasado; y muchas veces los protagonistas del caso vovlvían a vivir juntos de nuevo y su interacción se vería afectada por la decisión del tribunal. No había estudiado el proceso de la vida soocial; y en mi opinión aquí está el segundo paso para profundizar nyestra comprensión de la ley y la moralidad: el estudio intensivo de los procesos judiciales en un área limitada de vida social, si se quiere el análisis de Malinowski en Crimen y costumbre en la sociedad salvaje, que se concentra en detalle sobre una aldea de las Trobriand. Sin embargo, antes he sugerido que quizás mi tipo de análisis de los procesos jurídicos fuera necesario antes de poder dar nuevos pasos sociológicos. Esto viene evidentemente sugerido por la investigación que se ha seguido a partir del análisis de Evans-Pritchard en Witchcraft, Orcales and Magic among the Azande. También aquí se interesaba Evans-Pritchard por los modos de pensamiento en relación con su transfondo económico y social. Nos dejaba en claro que la brujería explica la particularidad de las desgracias y no su causa total: responde a la pregunta por qué un individuo sufre una desgracia en un determinado momento y lugar, y no a cómo ocurre la desgracia. Continuaba relacionando este por qué con las relaciones personales del afectado con sus compañeros, pues las creencias en la brujería como filosofía de las costumbres morales dice que la envidia, el despecho, la maldad y otros sentimientos innobles ponen en marcha la brujería. Esboza la forma en que es probable que determinados tipos de relaciones sociales de la sociedad zande denlugar a acusaciones de brujería, mientras que éstas se excluyen del grupo agnático de venganza, aun cuando, presumiblemente, éste esté lleno de sentimientos hostiles. Finalmente, analizaba con notable detalle la relación de las creencias en la brujería con el uso de oráculos y magia, y el rol de los brujos, y mostraba cómo todo el sistema de creencias y prácticas parece conforme a la realidad y está aislado de las pruebas que lo contradicen. Este análisis fue un notable avance sobre todo lo anteriormente hecho en antropología social: se ha visto confirmado por toda la investigación posterior y ha influido en los escritos de estudiosos ajenos a la antropología, notablemente la obra de Polanyi sobre filosofía del conocimiento" .
En conclusión podemos decir que la moderna antropología social británica, el funcionalismo en sus varias formas, fue fundada por Malinowski y Radcliffe-Brown, que Meyer Fortes llevó la posición de Radcliffe-Brown a su extremo absoluto, orillando al mismo tiempo la influencia de Malinowski, mientras que Evans-Pritchard, Edmund Leach y Max Gluckman cada quién de su propia posición le tiraron a la orientación de Radcliffe-Brown y dejaron al estructural-funcionalismo tan agujerado como un queso suizo, después de haber reintegrado algunos de los elementos malinowskianos .
Pero mientras que Evans-Pritchard construyó su particular versión de una antropología con pretensiones históricas y tendencias hacia la epistemología y Edmund Leach inició un héctico coqueteo con el pensamiento estructuralista francés, Max Gluckman quedó más fiel a las características de la antropología social británica, logrando al mismo tiempo integrar algunos elementos muy abritánicos y así sacar la disciplina británica de su callejón funcionalista sin salida.
Terminando este viaje por las obras y los planteamientos antropológicos de Max Gluckman, después de cubrir dos continentes y medio siglo, nos incumbe preguntar, ¿cuál puede ser, exactamente, la relevancia de todas estas ideas británicas y sudafricanas para el quehacer antropológico en un país como México, o tal vez un continente como América Latina?
Antes de aventurar una respuesta a esta pregunta quisiera postular la existencia de dos diferentes tipos de antropología: una antropología que llamo nostálgica, y otra que llamo, en el sentido más amplio de la palabra, comprometida. El mejor ejemplo de la antropología nostálgica es la obra maestra literaria de Lévi-Strauss Tristes Trópicos, acerca de la cual Clifford Geertz con mucha razón ha dicho que su valor estriba más en lo literario que en lo etnográfico. La antropología comprometida es una disciplina que admite que el observador, el sujeto científico, se encuentra a la misma escala que el observado, el objeto de estudio, por lo que la similitud con las ciencias naturales nunca será más que una aproximación, pero donde las dos partes involucradas comparten un compromiso político, de manera positiva o negativa.
No obstante que Max Gluckman en varias ocasiones repite el chiste de que "no puedo menos de sentir simpatía por la agudeza de quien definió la antropología como la investigación de cosas raras por el excéntrico" , es inmediatamente evidente que su antropología es una disciplina profundamente comprometida, con una tendencia que se encuentra a medio camino entre la comprensión simpática de un evolucionista ni dogmático ni etnocéntrico y un simpatizante de la izquierda que posee toda la flexibilidad necesaria para hacer antropología, es decir muy lejos del estalinismo.
Sin embargo, otros factores en los dos sistemas sociales se asemejan: "no conforman una comunidad homogénea, pues el estado es constituido principalmente por su división en grupos raciales de diferentes estatus. El sistema social de la Unión, en consecuencia, consiste en las relaciones interdependentes entre y dentro de los diferentes grupos raciales en cuanto grupos raciales", escribe Max Gluckman acerca de Africa del Sur.
"Desde las reservas los hombres africanos salen para trabajar durante breves periodos de tiempo en el empleo de granjeros, industrialistas y particulares blancos, después de lo cual regresan a su hogar. Cada comunidad de reserva tiene estrechas relaciones con el resto de la comunidad blanco-africano de la Unión, económicas, políticas y de otros tipos. Por eso, los problemas estructurales de cualquier reserva consiste en gran medida en analizar de qué manera, y hasta qué grado, la reserva es estrechamente articulada con el sistema social de la Unión, cuáles son las relaciones entre blancos y africanos dentro de la reserva, y de qué manera estas relaciones son afectadas por, y afectan, la estructura de cada grupo racial "
El primer elemento que capta la atención es el carácter global del Estado de México, con la particular integración de su población indígena .
Es evidente que la concepción tradicional de la comunidad indígena no nos ayuda en nuestros esfuerzos por comprender y explicar la dinámica de esta población.
La sociedad plural: "Como resultado de las nuevas condiciones económicas, los zulu han sido atraídos por las organizaciones industriales y urbanas en las cuales participan juntos con otros bantú. Al analizar el equilibrio en la actualidad mostré de qué manera la dicotomía de la vida de los braceros les produce forzosamente un conflicto entre su lealtad hacia su jefe y hacia un sindicato. Describí las nuevas condiciones bajo las cuales el jefe tiene que representar los intereses de su pueblo. Es claro que los zulu cada día más se asociarán con otros obreros bantú o aún con obreros de otros grupos étnicos ("color groups"), en movimientos de reivindicación industrial. Hasta qué grado los jefes pueden seguir resistiendo este movimiento, sin que su pueblo los abandone, es una cuestión problemática" .
En la actual situación de México y en el contexto de la antropología mexicana la antropología jurídica ha cobrado auge desde la modificación del Artículo Cuarto Constitucional en 1991 y la revolución zapatista Año Nuevo de 1994, y la influencia de Max Gluckman ha sido considerable pero indirecta y discreta. Es mi opinión que su influencia se ha ejercido por medio de la participación de Esteban Krotz en esta discusión, pues gran parte de la inspiración de Esteban Krotz proviene de Max Gluckman y hs sido expresada en forma comprimida así: "una antropología del derecho no tiene por que limitarse a ser una subdisciplina que se ocupa únicamente de un reducido campo de fenómenos particulares - los estrictamente jurídicos - sino que se le podría comprender como un enfoque, a través del cual los estudiosos se acercan al análisis de la sociedad en su conjunto; es decir, que se usa el estudio de los fenómenos jurídicos - normas, instituciones, sanciones, procesos judiciales, mecanismos para crear y hacer efectivas las decisiones jurídicas y los universos simbólicos asociadas a estas prácticas y estructuras - como un acercamiento específico al todo social", para luego llamar la atención a tres campos específicos: "el campo del derecho comparado como campo de conflictos y de luchas", "el derecho como mecanismo de control social" y "derecho e ideología" .


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1 comentario:

  1. Me siento rara al leer el nombre de Esteban Krotz, ya me acostumbre a verlo como un profesor aunque claro, también como antropólogo.

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